El pasado 16 de marzo de 2018 Bogotá ya había tenido una alerta amarilla que desde entonces exigía tomar medidas de fondo y prendía las alarmas por contaminación del aire en 9 localidades de la ciudad (Bosa, Kennedy, Ciudad Bolívar, Tunjuelito, Suba, Engativá y Barrios Unidos).
A eso se sumó el incremento por enfermedades respiratorias el último año en el Distrito Capital lo cual daba señal que algo no estaba bien en la ciudad. La misma Secretaria de Salud a inicio de febrero de 2019 advertía que “las extremas variaciones del clima que se presentan este mes en Bogotá, ocasionadas por el fenómeno de El Niño, con bajas temperaturas en las noches y con tiempo seco durante el día, así como la contaminación ambiental, podían propiciar la transmisión de infecciones respiratorias” y recomendaba a los bogotanos reforzar las medidas de prevención y cuidado.
“No tenemos que ser unos expertos para darnos cuenta que las alertas generadas por los índices de contaminación provocan verdaderos estragos. Hoy experimentamos las consecuencias de la declaratoria de las alerta amarilla y naranja y, al parecer, no tenemos claro cuántas de estas serán declaradas más adelante o si pasemos a una alerta roja cuando la situación sea demasiado crítica”, afirma contundentemente el Concejal de Cambio Radical Yefer Vega Bobadilla.
El Distrito sabía que esta emergencia ambiental era inminente, más aun cuando se conoce muy bien, por parte de la Administración, quiénes son los responsables directos de esta grave situación. Se requiere tener soluciones de fondo y, sobre todo, medidas preventivas y de mitigación; la ciudadanía siempre se entera tardíamente de las acciones, urge que se informe qué se está haciendo.
A rendir cuentas
Es el momento para que la Administración rinda cuentas sobre esta problemática, por eso insto al Concejo de la ciudad, como organismo de control político, para que se convoque un foro en sesión plenaria, donde efectivamente se le dé la participación a la Administración, no sin antes escuchar a los organismos de control, las organizaciones no gubernamentales y, en especial para que la ciudadanía, tenga un espacio de participación e interlocución donde conozca las posiciones sobre la problemática y las soluciones efectivas.
En ese espacio debe quedar clara la información sobre el origen de la emergencia y desde cuándo el Distrito viene detectando estos problemas de contaminación; las acciones de prevención, control y mitigación; los resultados concretos se tienen a hoy frente a estas acciones; cómo está funcionando el sistema de alertas tempranas y quiénes son los responsables de las mismas; cuántas empresas de servicio público se han sancionado por tener flotas de vehículos contaminantes; cuántos buses de transporte público, camiones de carga y vehículos en general que se han detectado como altamente contaminantes han salido del mercado en lo que va corrido del cuatrenio; cuántas empresas e industrias se han sellado o cerrado por generar altos índices de contaminación; cuáles son las medidas tomadas por las autoridades de salud y cuántos los casos por enfermedades respiratorias se han evidenciado en la ciudad como consecuencia de las contaminación.
Frente al pico y placa
“Es claro que las medidas de contención adoptadas en cuanto a pico y placa para vehículos automotores y motos y extensiones a fines de semana pueden generar algún efecto positivo en la problemática, pero ¿se tienen resultados concretos de diagnósticos que evidencien que esta es una solución real? Aunado al hecho de que, sin duda, también hay una amplia franja de población que se ve afectada por esta medida, como por ejemplo los motociclistas que tienen su medio propio de transporte por su ubicación de vivienda y recorrido hacia el trabajo o sitios donde atienden sus actividades que no son necesariamente en la ciudad de Bogotá sino que deben salir de ella”, puntualiza el cabildante.
Ahora bien, he promovido desde el Concejo Distrital el uso de la bicicleta como medio de transporte no solo saludable sino óptimo para transitar por la ciudad y reducir la contaminación por emisión de gases; pero entonces frente a esta problemática también tenemos una población altamente afectada y expuesta, ¿qué respuesta le tenemos entonces a las bicipersonas?
Prensa, 3208999817
