La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca y la Secretaría Distrital de Ambiente masacraron el Humedal Jaboque.
Debido a la intervención realizada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca y la omisión del Ministerio de Ambiente en el Humedal Jaboque ubicado en la localidad de Engativá de Bogotá, el ciclo hídrico de la Sabana está siendo afectado exponencialmente causando escasez, contaminación y poniendo en peligro especies emblemáticas y únicas en el mundo como la Tingua Bogotana, el Cucarachero de Pantano y el Chamicero habitan en este humedal y se encuentran en peligro de extinción.
Los humedales como reguladores del ciclo hídrico, son el hábitat y el lugar de reproducción de miles de especies alrededor del continente, siendo un ecosistema completo y sagrado donde habitan más de 190 especies de aves y 12 especies de mamíferos, además de ser el refugio temporal de 65 especies migratorias.
Cada uno de ellos tiene una legión de mujeres protectoras en su historia y que gracias a su labor, hoy podemos disfrutar y contemplar de sus valiosos beneficios.
En las investigaciones realizadas por la Vicepresidenta del Concejo de Bogotá Ati Quigua junto con su equipo de trabajo en el marco de sus funciones de control político, ha logrado evidenciar la destrucción irreparable de una parte considerable del ecosistema mediante el uso retroexcavadoras, las cuales han arrasado con la flora y fauna del lugar desplazando especies de aves y mamíferos que allí habitan.
Por su parte, la CAR Cundinamarca mediante comunicaciones públicas ha declarado que está realizando una “adecuación hidrogeomorfológica del área de inundación natural denominada Filtro de Humedales”, con el fin de lograr “el control de inundaciones, conservación de la fauna y flora y darle al río una ambientación paisajística con espacios para recreación pasiva y aprendizaje ambiental”.
Sin embargo, a partir de esta intervención la comunidad y colectivos ambientales han tomado registros de especies de animales gravemente afectadas como la Tingua Bogotana -declarada en peligro de extinción mediante la Resolución 1912 de 2017-, el Cucarachero de Pantano y el Chamicero, entre otras especies de mamíferos y aves, así mismo con la extensión del terreno donde anteriormente se encontraba una espesa vegetación y que en la actualidad está deforestada.
Por su parte, la Secretaría Distrital de Ambiente ante constantes reclamos de la comunidad, ha manifestado su falta de competencia en áreas que actualmente son intervenidas por la CAR Cundinamarca, debido a que no hacen parte de la zona que oficialmente ha sido declarada como Humedal.
Actualmente la obra se encuentra aparentemente suspendida, sin embargo, no existe claridad frente al futuro cercano de este importante ecosistema que desemboca en el río Bogotá, impidiendo así su recuperación y avance del sistema hídrico de la región.
A través de oficio escrito dirigido al Ministerio de Ambiente y organismos de control, la Concejala Ati Quigua exigió una intervención urgente de evaluación y control a las actividades de la CAR Cundinamarca.
Además, exigió el cumplimiento del compromiso ambiental por Bogotá, el derecho al agua y al territorio. “Esta Chupkua merece ser reparada y revitalizada. Las mujeres cuidadoras y la participación plural de la comunidad son claves en la recuperación del humedal y la reparación del tejido con un enfoque biocultural”.
En el marco del cumplimiento de sus funciones, la concejala Ati Quigua continuará con su labor de vigilancia y control a estas obras en la salvaguarda del agua, el medio ambiente y el patrimonio cultural material e inmaterial que para el Humedal Jaboque, son los Monolitos elaborados por los Muiscas en alineación con la constelación de Escorpión y las etapas de la Luna y el sol para el manejo natural de las siembras y los movimientos de las aguas del río y el ecosistema del humedal.
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