La falta de decisión política, para adoptar acciones que permitan lograr un plan estructurado para organizar el flujo vehicular, la malla vial, el servicio público de transporte, el SITP y todos los demás actores que integralmente mueven a Bogotá, es el problema macro que no permite desarticular este trancón vehicular, social y político.
Las soluciones implementadas en diferentes países para estos temas, parecen no poder ser adoptadas por ciudades como la nuestra por varias razones, primero porque nuestra cultura entiende el automóvil como un símbolo de categoría social, y demerita las demás formas de desplazamiento como son el transporte público y la bicicleta.
Además la falta de malla vial no permite que las medidas de organización para desplazamiento sean más efectivas, pues el diseño precario y la falta de proyección de nuestras vías , nos dejan en un panorama vialmente caótico
Por esta razón, el concejal Roger Carrillo viene haciendo énfasis en la necesidad urgente de adoptar la medida de Pico y Placa, los días Sábados, teniendo en cuenta que la imposibilidad para desplazarse ya desbordo la paciencia de los capitalinos.
No es posible transitar un Sábado en Bogotá, sin tener que permanecer largas horas dentro de los vehículos, sean públicos o privados, lo que va en detrimento de la calidad de vida y de la utilización del tiempo libre de los ciudadanos.
Independientemente, de las medidas restrictivas que se adopten para intentar solucionar la movilidad, este es un tema de extrema urgencia que requiere medidas tanto de corto como de largo plazo.
Las primeras tendrían que ver definitivamente con la restricción por orden numérico de placas, para que al menos un Sábado al mes, los automotores deban permanecer guardados y contribuyan al mejoramiento de la movilidad en la ciudad, pero sobre todo a devolverles a los ciudadanos la posibilidad de disfrutar de los sitios públicos en compañía de sus familias, pues bien es sabido que se ha puesto de moda en Bogotá, el lema que reza.
LOS SABADOS EN BOGOTA, ABUNDAN LAS COLAS, COLA PARA PASAR EL SEMAFORO, COLA PARA TRANSITAR, COLA PARA DESPLAZARSE EN CARRO, COLA PARA VIVIR.
Las medidas en cambio de largo plazo, merecerían la atención de todos los estamentos políticos y sociales que intervienen en el tema de movilidad en la ciudad, para lograr empezar a reeducar las diferentes generaciones de Colombianos que empiecen a entender que tener carro no puede ser un sinónimo de STATUS, y que de alguna manera debemos aportar para darle espacio a la VIDA EN LA VIA.
La educación, y la información que se produce a diario en la ciudad debe ir encaminada a promover cambios en los conceptos de utilización del transporte, lógicamente acompañado por temas como Malla Vial, infraestructura y espacios pensados para el futuro MOVIL de la ciudad.