Las mentiras de la contaminación

Las cifras de la Secretaría de Ambiente de aporte de la contaminación por fuentes móviles muestran que TransMilenio aporta el 1,8 por ciento frente al 13,62 por ciento de los buses del sistema colectivo hoy llamado SITP provisiona. Los buses azules del SITP el 8 por ciento y las motocicletas el 9,05 por ciento. Los que más contaminan son los camiones de carga con el 43,60 por ciento.

Hay exfuncionarios que mienten con descaro porque es el único camino que tienen para mimetizar su incompetencia y el daño que le produjeron a la ciudad con su falta de decisión o con medidas equivocadas.

Es el caso de Gustavo Petro que critica la contaminación que producen los buses viejos de TransMilenio pero se le olvida que fue él quien prorrogó los contratos de buses que tenían casi un millón de kilómetros y hoy circulan por la ciudad con más de 15 años de uso. Su gobierno no fue capaz de estructurar una licitación y el camino fácil fue prorrogar el uso de buses viejos.

Lo que no dice es que fue gobierno del alcalde Enrique Peñalosa el que tomó la decisión de cambiar esa vieja flota y la ciudad tendrá este año 1.400 buses nuevos, de los cuales el 52 por ciento será a gas y el 48 por ciento diésel Euro 5, el más limpio que se puede utilizar hoy según las normas nacionales.

Tampoco lo dice, porque callar le sirve a sus mentidas, que según las mediciones oficiales los buses de TransMilenio solo generan el 1,8 por ciento de la contaminación del aire por fuentes móviles y que con los nuevos buses que llegarán este año se reducirán las emisiones del sistema en 95 por ciento.

En una década en la que era urgente cambiar los buses, solo el actual Gobierno tomó la decisión de hacerlo, y le apostó a las tecnologías que están disponibles para lo que Bogotá requiere: una mayoría de buses biarticulados que aumentan en un 40 por ciento la capacidad para mover a los pasajeros. Se pasa de 160 a 250 pasajeros por bus.

Según las cifras divulgadas por la Secretaría General de la Alcaldía, en los tres primeros años de Gobierno de Petro se matricularon en Bogotá 150.000 motocicletas, mientras que en los tres primeros años de la administración de Enrique Peñalosa fueron solo 18.000. ¿Qué funcionó más, el populismo de Petro al no subir las tarifas o el manejo responsable del actual gobierno? Las cifras hablan.

A Petro también se le olvida que compró 61 vehículos viejos para recoger la basura y 278 que resultaron inservibles.