“El proceso licitatorio se ha abierto dos veces, se han hecho varias modificaciones sustanciales al pliego de condiciones en el último mes, el estudio de mercado se ha modificado en tres oportunidades por falencias en su construcción, la Administración Distrital ha negado el acompañamiento de una interventoría externa, entre otros, factores que afectan el principio de transparencia en la contratación. Todo esto podría llevar a sobrecostos en el contrato y futuras demandas contra la administración por errores en la Licitación”, denuncio Serpa Moncada.
El cabildante cuestionó la variación en la adquisición de semáforos que necesita la ciudad, ya que el contrato inicial solicitaba 3.046 (marzo 2014) y diez meses después se redujo esta cifra a 2.621 (enero 2015).
“Todo lo que empieza mal, termina mal; ya tuvimos una experiencia anterior negativa donde la ciudad perdió 5.000 millones de pesos por la compra de 26 mil bombillas LED, que a la fecha continúan arrumadas en una bodega, no se han pagado las multas ni se ha devuelto el pago anticipado, la ciudad no puede seguir improvisando y retrasando su desarrollo, la licitación de semáforos huele mal, va por las esquinas”, aseguro Serpa.
La modernización semafórica es una necesidad para Bogotá, pues con un sistema preventivo y efectivo la movilidad de la ciudad podría mejorar incluso en un 25%.