El cabildante recordó que en la sabana de Bogotá, la urbanización se ha extendido de modo desordenado e imparable, las fuentes de donde vienen el agua y los servicios esenciales se ve cada vez más amenazada, en la región las licencias para usos del suelo, se asignan con un criterio fiscalista puntual y son muchas veces incompatibles con la vocación de la tierra; Bogotá pasó de emitir 21,5 millones de toneladas de CO2eq en 2008 a 24,5 millones de toneladas de lo cual el transporte es el responsable de dos terceras partes de esta cantidad pero el número de carros y motos en las calles crece todos los días “ Aunque se ha avanzado en materia de formulación de políticas y planes para enfrentar el cambio climático, se estudian los altos riesgos por los cambios en los patrones de lluvia, el aumento de temperatura y el efecto que tiene sobre la extensión y capacidad de los páramos que surten de agua a Bogotá y la región, es necesario implementar campañas de cultura ciudadana, en las que se impulse a la población a tomar conciencia sobre la necesidad de separar desechos en fuente, enseñarles a reciclar, ahorrar energía y cuidar de las fuentes de agua entre otros”.
“Si queremos adaptarnos al cambio climático con alguna probabilidad de éxito, es necesario adoptar nuevas estrategias enfocadas al cambio del sistema y del modelo, experiencias probadas como la economía circular, deben ser parte de la solución, formulación de políticas de hábitat y urbanismo - adecuadas a la realidad ambiental de la ciudad y de las amenazas del cambio climático - que deben ser la prioridad del gobierno de Bogotá, trabajando en los planes -que por sentencia- con los cuales se ha avanzado en la recuperación del rio Bogotá y la protección de los cerros orientales, así como la promoción de arborización.