Los niñ@s de Colombia (No solo los niñ@s indígenas de la Sierra Nevada) están muriendo de hambre.

  El problema de desnutrición en la SNSM tiene causas históricas profundas, los indígenas llevamos 500 años padeciendo desplazamientos forzados que nos han obligado a refugiarnos en partes cada vez más altas de la Sierra, en donde la mayoría de las tierras no son aptas para la agricultura. Nos han obligado a vivir en tierras que deben estar destinadas a la conservación ambiental.       La mayoría de las familias indígenas de la Sierra Nevada padecen hambre y desnutrición, es cierto, pero el hambre y la desnutrición afecta a millones de familias pobres de Colombia. Familias indígenas, negros, campesinos, millones de familias en las ciudades. El problema de fondo no tiene que ver solo con la Sierra Nevada. Es un problema general de este país que tiene que ver principalmente con la concentración de las tierras productivas, acentuada por la guerra que se ha vivido en los últimas décadas. De más de 44 millones de colombianos sólo 12000 propietarios tienen el 68% de las tierras productivas.       Cada vez más indígenas estamos obligados a salir de nuestros territorios tradicionales e ir a las ciudades, unos pocos hemos logrado – con mucho esfuerzo – complementar nuestra educación propia con la educación que se ofrece en las universidades y hacernos un lugar para plantearle al país de nuestros problemas y nuestras propuestas en el lenguaje del bunachi (blanco). Algunos aprecian el esfuerzo que hemos hecho por venir a hablar y disputarnos espacios políticos, otros nos atacan y preferirían seguir viéndonos confinados en las tierras en las que hemos estado arrinconados.       Sin embargo, la mayoría de las indígenas que están llegando hoy por hoy en las ciudades llegan en condiciones de desplazamiento y miseria. Los niños embera se están muriendo en Bogotá de desnutrición. Se reporta que está confirmada la muerte de una niña embera por el virus H1N1, sabemos que la letalidad del virus depende de las condiciones nutricionales, lo que muestra entonces es que estos niños - estas familias - están en condiciones de extrema miseria.       Sé de los esfuerzos que ha hecho la Administración Distrital para atender a los indígenas que están hoy en la ciudad, sin embargo, necesitamos soluciones estructurales al problema del desplazamiento, el hambre en colombia, que también golpea a los indígenas. Por eso, invito al estado colombiano a garantizar que los desplazados indígenas y en general puedan retornar a sus territorios de origen. Llamo a la mesura de los medios y la solidaridad de la población a evitar cualquier brote de xenofobia frente a los indígenas en la ciudad.