Necesitamos a los jueces en la lucha contra la impunidad

Es absurdo, como lo señala el alcalde de Bogotá, que un juez de la república les dé detención domiciliaria en su casa a los integrantes de una peligrosa banda dedicada al robo de bicicletas a la que la Policía y la Fiscalía le siguieron la pista durante cinco meses.

La banda, denominada los Pablitos, es la más peligrosa que se haya detectado hasta el momento en Bogotá, según la Secretaría de Seguridad, y lo peor es que en los allanamientos se les encontraron 24 bicicletas robadas.

Este delito se ha convertido en uno de los más graves y que más impacta la seguridad, y hemos tenido recientemente el asesinato de una joven funcionaria del IDRD a quien la mataron por robarle su bicicleta. Dejar en libertar a los integrantes de esta banda manda un mensaje equivocado: que pueden delinquir porque no les pasa nada.

En los primeros seis meses de este año se robaron en Bogotá 3.177 bicicletas, y las mismas autoridades estiman, que pueden ser 17 las que hurtan el día. No podemos permitir que cuando cae una banda, se le trate con benevolencia por parte de los jueces.

La banda de los Pablitos tenía una completa cadena del crimen que incluía robar bicicletas de alta gama, con engaños o con violencia, repintarlas y volverlas a vender. Fue por eso que les imputaron delitos de hurto calificado y agravado, concierto para delinquir, porte ilegal de armas y receptación.

Los integrantes de esta organización delincuencial utilizaban la modalidad de atraco a mano armada y se camuflaban en clubes deportivos para ganarse la confianza de sus víctimas y después llevarse sus bicicletas.

Las bicicletas robadas por los Pablitos terminaban en manos de reducidores que las maquillaban utilizando cambio de llantas, de rines, pintar algunas de sus partes o cambiar parte de sus componentes para poder revenderlas.

Rechazamos la decisión del juzgado 46 de control de garantías por la decisión de darles detención domiciliaria a 12 de los 14 integrantes de la banda y respaldamos la apelación de la Fiscalía para que se les encierre en un centro carcelario. El alcalde Peñalosa señalo que jueces no pueden seguir tratando el hurto de bicicletas como un delito menor y menos cuando son capturados aceptan cargos y tienen antecedentes.

Estos delincuentes son un peligro para la sociedad, tal como lo demostró la investigación, sus integrantes actuaban según la policía en La Calera, Suba, Usaquén, Chapinero y Engativá.

El hurto de bicicletas es un problema para la seguridad, pero aún más grave es la impunidad en los robos de bicicletas, por el hecho de que los jueces lo consideren un delito menor. Está visto que los delincuentes no tienen ningún problema en matar o herir a las personas por quitarles su bicicleta.

Por eso llamamos la atención de los Jueces de la República para que revise la interpretación que hace de estos casos llamados de menor cuantía, hemos dicho en varias oportunidades y lo reiteramos, estos no son delitos menores, y deben ser castigados con severidad. La justicia debe revisar sus fallos y valorar estos comportamientos en el impacto grave que tienen para la sociedad.

De nada nos sirve que las autoridades en Bogotá hayan desmantelado 400 bandas dedicadas al hurto, si los jueces, como ocurre con los Pablitos los deja en prisión domiciliaria, donde no hay manera de garantizar que sigan delinquiendo.

Indignación es lo que la comunidad siente cuando dejan en libertad a delincuentes reconocidos y capturados en flagrancia.