Peñalosa le sigue dando cosas buenas a Bogotá

En el mes de septiembre del año 2000, la alcaldía Distrital de Bogotá en cabeza de Enrique Peñalosa, con la intención de crear un parque para Usaquén, una las localidades con menor espacio público de Bogotá, por medio del POT empezó el proceso para expropiar 76.800 metros cuadrados donde fungían las canchas de polo del Country Club que, para entonces, estuvieron avaluados en 10.543 millones de pesos.

Se inició entonces una lucha jurídica que culminó días atrás cuando la Sección Primera del Consejo de Estado dejó en firme la decisión del Tribunal Superior de Cundinamarca en la que ordenó que terrenos del Country Club pasen a manos del Distrito.

En esta ocasión y luego de varios años de haber terminado su alcaldía, Enrique Peñalosa le entrega a la ciudad otra de sus buenas acciones, aplicando el principio constitucional según el cual el interés particular debe ceder ante el interés general, en la intervención que debe ejercer el Estado en este caso representado por el ex alcalde Distrital, en un sin número de actividades desarrolladas por los particulares para lograr el mejoramiento de la calidad de vida, y para cumplir con los fines sociales para el impuesto, como lo es el de velar por la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución, suprimiendo a favor del distrito el dominio y uso de un bien del cual se beneficiaban a un grupo selecto de bogotanos de altos estratos, para colocarlo al beneficio y uso del total de los ciudadanos.

Lo anterior es una muestra más de las múltiples iniciativas que emprendió el ex alcalde, quien siempre se ha interesado e inquietado por el desarrollo urbano y social de la ciudad, visualizando y construyendo a Bogotá como una ciudad capital que debe estar a la vanguardia de las principales capitales del mundo, muestra de lo anterior fue la implementación del ambicioso proyecto del sistema integrado de transporte TransMilenio, que le cambio la vida a millones de bogotanos y bogotanas que lograron desplazarse de manera más rápida y eficaz por la ciudad.

Cabe anotar, que el déficit de área de parque por habitante en Bogotá es de 5.9 m2 , en relación con el estándar internacional que es de 10 m2, así las cosas, esperamos que después de más una década, y al haberse resuelto el conflicto por medio del cual se recuperó para los ciudadanos uno de los terrenos verdes más bonitos de la ciudad, la administración actual realice los esfuerzos necesarios para continuar el camino que dejo trazado Enrique Peñalosa y así aumentar la oferta y calidad de sus espacios públicos, entre ellos, los que, como los parques, incrementan los servicios recreativos y deportivos para la ciudadanía