De acuerdo con lo informado por Sanguino el 12 de diciembre del año 2012 la Empresa de Acueducto de Bogotá adjudicó 2 contratos para la adquisición de los equipos para recoger las basuras, en el marco del nuevo modelo de aseo ordenado por el Alcalde Petro.
Estos equipos incluían 45 volquetas, 15 camiones-ampliroll, 205 compactadores y 13 barredoras; y costaron un poco más de 76 mil millones de pesos y establecían una cláusula que obligaba a estas empresas a suministrar sin ningún costo para el Acueducto de Bogotá “los mantenimientos preventivos durante el primer año de operación de los equipos”, además ofrecían garantías de calidad y funcionamiento por 3 años.
Sin embrago a pesar de lo estipulado en los contratos extrañamente en diciembre del 2013, a tan sólo 6 meses de iniciada la operación, la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá firmó tres contratos para el mantenimiento, suministro de repuestos, insumos, lavado y engrase de estos mismos equipos. Estos contratos costaron $3.931.220.156 y su duración era de 5 meses, lo cual significaba que se requerían en promedio $786.244.031 mensuales para el mantenimiento de los equipos.
“Con lo que nos cuestan 10 días de pérdidas, de los dos contratos con las empresas Navitrans y Daewwo podríamos comprar un compactador de 16 yardas cubicas”, advirtió el Concejal del partido de la Alianza Verde.
Otra de las irregularidades denunciada por el Concejal Antonio Sanguino es el de la operación de los equipos que requerían que los operarios de los mismos recibieran por lo menos 24 horas de capacitación teórico-práctica durante 3 días. Cláusula que tampoco se cumplió.
Las empresas debían capacitar, por ejemplo, a 436 operarios para la conducción de los 199 camiones marca Daewoo. Sin embargo, al verificar las planillas de asistencia a la capacitación se observó que 146 operarios no asistieron a ninguna sesión, es decir el 33.4%. Y de los que se capacitaron, tan sólo 27 conductores, lo que equivale al 6.1%, recibieron completa la capacitación teórico-práctica”.
“resulta asombroso que una empresa que se supone seria, tan sólo capacite el 6% de su personal para que opere unos camiones que nos costaron a los Bogotanos más de 76 mil millones de pesos, es una completa irresponsabilidad que nos costó 26 millones diarios en pérdidas”, puntualiza Sanguino.
A las anteriores irregularidades se suma el incumplimiento del cronograma para el mantenimiento de los compactadores y volquetas, lo que desembocó en la pérdida de la garantía de los mismos. La operación de los equipos empezó a mediados del año 2013, y como cualquier vehículo nuevo debían recibir su primer mantenimiento a los 5.000 kilómetros. Los contratos para el mantenimiento empezaron en enero de 2014, después de recorridos más de 8.000 kilómetros y con 7 meses de retraso.