- Facilitar créditos a madres cabeza de familia evita que acudan al mecanismo del gota a gota, con el cual llegan a cobrar hasta 8 veces más que la tasa de usura.
La tragedia ocurrida a comienzos de febrero en la que una mujer saltó de un puente con su hijo, presuntamente víctima del mecanismo del gota a gota, prendió las alarmas sobre la accesibilidad de las mujeres vulnerables a préstamos bancarios; la Concejal Gloria Díaz del Partido Conservador hace referencia a la importancia de buscar más iniciativas que faciliten el crédito a las madres cabeza de familia y personas en condición de vulnerabilidad con el fin de evitar que caigan en estas redes criminales.
Si bien, existe el Banco WWB, cuyo servicio está dirigido hacia las mujeres cabeza de hogar y el Fondo Nacional del Ahorro ha beneficiado en su gran mayoría a las mujeres en cuanto créditos hipotecarios y educativos; la Cabildante insiste en que “Hay que mejorar las estrategias de atención, perfeccionar la flexibilidad en requisitos, implementar la educación financiera, de tal manera que las personas más vulnerables no vean la necesidad de acudir a medios ilegales”.
De acuerdo con el estudio, Inclusión Financiera de las Mujeres en América Latina del Banco de Desarrollo de América Latina “En el caso de las mujeres que reciben transferencias del gobierno, se observa… que en Colombia lo hacen el 32% de las mujeres”.
El mismo estudio señala que “Los programas de ahorro pueden llegar a ser la herramienta más efectiva para la inclusión financiera y el empoderamiento de la mujer, sobre todo cuando se formulan programas que toman en cuenta como principales parámetros de segmentación: el nivel de ingresos, si el domicilio es rural o urbano y el sector donde se ocupa (agrícola, asalariadas o empresarias/emprendedoras)”.
El testimonio de Wilson, refleja la dificultad que muchas veces tienen las mujeres para acceder a un crédito. Él fue otra víctima de esta modalidad, quien tuvo que salir de Bogotá por las constantes amenazas contra su vida y la de su familia, al buscar a un gotero para ayudar a financiar el negocio de su hermana: “Bueno… pues la verdad ellos prestan al 30%, empiezan prestándole a uno cien mil pesos y pues me tocaba pagarles cuatro mil pesos diarios durante 30 días; luego que conocen que una paga le van renovando. Cuando no teníamos suficiente dinero, les decía que les pagaba al otro día las dos cuotas y así, o me conseguía a otro gotero para poderles cumplir. Llegué a pagarles ciento cincuenta mil pesos diarios por una deuda de veinte millones de pesos. Después no pude más y me tocó irme de la ciudad porque ellos dicen que le quitan a uno lo que tiene o la vida de uno o la familia de uno”.
