La violencia y el maltrato contra las personas mayores es un tema de interés en salud pública, ya que estas violencias no solo afectan la integridad física, sino, y especialmente su salud mental y psicosocial que, en algunos casos, derivan en discapacidad y disminución de la calidad de vida de este grupo poblacional. En Bogotá, para el periodo de 2022, conforme SaluData: se presentaron
2.318 casos de violencia intrafamiliar contra personas mayores (565 contra hombre, y 1.414 mujeres). Sin contar con los cerca de 51 suicidios presentados en esta población durante los últimos meses, teniendo en cuenta que del total de adultos mayores que se quitaron la vida, el 83% eran hombres entre los 60 y 85 años.
Recordemos que la violencia intrafamiliar incluye múltiples expresiones como la violencia emocional, física, sexual, económica, el abandono y la negligencia, de estos 2.318 casos 1.979 incluyeron violencia emocional, 635 violencia física, 100 violencia sexual, 280 violencia económica, 496 abandono, y 774 negligencia.
Ahora, revisemos algunas cifras alarmantes que nos permitirán concluir la existencia de un panorama poco alentador para las personas mayores que requiere de medidas inmediatas de protección y asistencia. Conforme cifras de la OMS, el índice de personas mayores en la población mundial ha ido aumentando rápidamente, aproximando en que entre 2015 y 2050 el porcentaje de personas mayores de 60 años se irá duplicando de un 12% a un 22% en todo el mundo.
En Colombia, dicho aumento en el índice de envejecimiento demográfico o poblacional se ha traducido en aumento progresivo de la proporción de personas mayores de 60 años en relación con la población total, conforme las proyecciones del DANE la población colombiana para 2023 está en 52.156.254, de los cuales 7.412.407 son personas mayores, representando el 14,3%. Sin duda, hay que prestarle la suficiente atención integral interdisciplinaria presencial en jornada diurna para personas mayores, prestada en unidades operativas y espacios extramurales en las zonas urbanas y rurales de la ciudad de Bogotá, a través de la cual se fomenta el desarrollo integral y el ejercicio de derechos de la población objetivo, en el marco de los componentes de ocupación humana, estilos de vida saludable y participación y redes.
INCUMPLIMIENTO EN LAS ENTREGAS DE LAS OBRAS CENTRO DIA SAN DAVID (USME) Y CENTRO DIA CAMPO VERDAD (BOSA)
Estos centros para la atención de personas mayores en dos localidades que son de vital importancia para la ciudad debido al alto número de adultos mayores en condición de vulnerabilidad, deberían estar en funcionamiento desde el año 2021, sin embargo, las obras estuvieron detenidas. En el caso del Centro Día San David en Usme, la obra no ha podido ser entregada por negligencia de ENEL CODENSA quién duró nueve meses aprobando la instalación eléctrica de un centro que es necesario
para cientos de personas mayores quienes se pueden recrear, acceder a comida, servicios psicológicos, lúdicos entre otros, que les ayudan significativamente para su salud mental.
Además de hacer énfasis en la falta de controles en la entrega de bonos de apoyos económicos para la vejez de la secretaría distrital de integración social, por cuanto se les han entregado dichos apoyos a personas fallecidas. No se evidencia cumplimiento en las metas establecidas en el Plan de Desarrollo, a la fecha solo se aumentó en un 5% suma irrisoria comparada como el 60% propuesto.
No hay un aumento de cupos, ni en subsidios, ni en los servicios sociales acorde con el crecimiento demográfico de la población de personas mayores, el distrito sigue quedándose corto frente a la cobertura de las necesidades de este sector.
Las personas mayores en Bogotá son víctimas de múltiples violencias en sus hogares, y son revictimizados ante las instituciones distritales con los diversos obstáculos para ingresar a los programas sociales. 8. CIENTO TREINTA MIL PESOS $130.000 no garantiza el mínimo vital, no garantiza una vejez digna, este valor resulta insuficiente para el acceso básico de condiciones dignas de existencia para el desarrollo del individuo, que depende de su situación particular, especialmente cuanto ese monto se convierte en su único ingreso formal.
Jorge Rodríguez, Jefe de prensa – Contacto 3214109736