El pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fue un recordatorio de la urgente necesidad de erradicar las violencias de género. Lamentablemente, solo dos días después, Bogotá fue testigo de un acto de brutalidad que conmocionó a la ciudad: Rochi Vargas, integrante del colectivo de mujeres motociclistas Moto Mamis Bogotá, fue salvajemente atacada en la localidad de Kennedy tras salir de su trabajo.
Rochi fue herida con armas blancas y recibió un disparo en la cabeza, lo que la dejó en estado de coma y le ocasionó la pérdida de la visión. Hoy, su familia enfrenta un inmenso dolor, mientras su padre, Rey Vargas, exige justicia no solo para Rochi, sino también para su nieta de 15 años, quien ahora enfrenta un futuro incierto tras este atroz ataque.
El caso, inicialmente señalado como un intento de hurto, ha sido identificado por sus compañeras como un acto de violencia de género, lo que evidencia una problemática estructural en nuestra sociedad. La concejala Ana Teresa Bernal, del Pacto Histórico, expresó su profunda preocupación ante este hecho y exigió respuestas inmediatas:
"No podemos limitar este caso a una hipótesis simplista. Los patrones de violencia que enfrentan las mujeres tienen raíces profundas que requieren atención integral. La violencia de género no es solo un problema de las mujeres, es un problema de toda la sociedad. Justicia para Rochi y para todas las mujeres que han sido víctimas de una violencia que jamás debió existir. Ni una más, ni una menos."
Bernal señaló que en Bogotá, cada día, cientos de mujeres enfrentan riesgos similares tanto en espacios públicos como privados, y enfatizó la necesidad de un enfoque de seguridad humana que coloque la vida, la integridad y los derechos de las mujeres en el centro de todas las políticas públicas.
"Como concejala de Bogotá, exijo acciones inmediatas y contundentes por parte de la Administración Distrital para garantizar justicia en este caso y prevenir nuevos hechos de violencia contra las mujeres. Es fundamental que las secretarías y entidades competentes asuman su responsabilidad con determinación. Cada día que pasa sin acciones efectivas es un día en que más mujeres están en peligro."
Desde el Concejo de Bogotá, Bernal reafirmó su compromiso de continuar luchando para que casos como el de Rochi Vargas no se repitan y para exigir justicia para todas las víctimas de la violencia de género. Su llamado es claro: “No podemos permitir que estas tragedias queden en el olvido. Bogotá necesita proteger a sus mujeres, porque una ciudad que no garantiza la seguridad de sus ciudadanas, falla en su misión más básica.”
El caso de Rochi Vargas es un recordatorio doloroso de que la violencia de género es una emergencia social que requiere acciones urgentes y contundentes.
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