En su calidad de ponente, la concejal Ana Teresa Bernal presentó ponencia negativa al Proyecto de Acuerdo No. 842 de 2024, en la Comisión de Hacienda y Crédito Público, el cual define el Presupuesto Anual de Rentas e Ingresos y de Gastos e Inversiones de Bogotá para la vigencia fiscal del 2025 que busca aprobar el presupuesto anual más alto en la historia de la ciudad, con un monto estimado en 38,4 billones de pesos. Bernal expresó profundas preocupaciones respecto a la estructuración del presupuesto y sus implicaciones para el desarrollo de Bogotá, subrayando la necesidad de mayor transparencia, planeación estratégica y articulación con las políticas públicas.
"Hoy no estamos discutiendo cualquier cosa; estamos hablando de 38,4 billones de pesos que se destinarán a gastos de funcionamiento, servicio de la deuda e inversión. Sin embargo, el proceso de elaboración de este presupuesto no refleja un análisis integral de las condiciones macroeconómicas actuales, tanto a nivel global como nacional", señaló Bernal al iniciar su intervención.
Análisis del Presupuesto y Críticas Claves
La concejala destacó la distribución del presupuesto en tres categorías principales: 5,1 billones de pesos para gastos de funcionamiento, 2 billones para el servicio de la deuda y 31,2 billones para inversión. Sin embargo, expresó serias preocupaciones sobre el incremento acelerado en el uso de la deuda y la proyección de ingresos por sanciones a los ciudadanos.
- Endeudamiento insostenible:
○ Según Bernal, el presupuesto proyecta un uso de deuda que alcanzará 5,3 billones de pesos en 2025, superando los niveles aprobados en el reciente cupo de endeudamiento. Esto representa un crecimiento del 162% en las proyecciones, lo que comprometerá las finanzas de la ciudad a largo plazo. "El margen de maniobra para nuevos proyectos se verá reducido, dejando a la ciudad sin capacidad de inversión significativa más allá del 2029", advirtió.
- Recaudo incierto por multas y sanciones:
○ Bernal criticó que un porcentaje significativo del presupuesto dependa de ingresos por sanciones ciudadanas, calificándolo como "inaceptable". "Esto no solo es incierto y difícil de prever, sino que refleja un fracaso en las políticas de cultura ciudadana, que deberían fomentar un mejor comportamiento, no depender económicamente de su penalización", explicó.
- Falta de articulación con políticas públicas:
○ La concejala señaló que las cifras del presupuesto carecen de conexidad con las metas y políticas a ejecutar. "No podemos aceptar que se diga que el presupuesto no refleja las políticas públicas. Este es un documento disperso, con más de 300 páginas que no permiten una lectura clara de cómo se construirán las metas propuestas", afirmó.
Ejes Fundamentales: Social, Territorial y de Seguridad
Bernal centró su análisis en tres ejes prioritarios: el desarrollo social, el ordenamiento territorial y la seguridad con convivencia.
- Eje Social – Desigualdad y Pobreza:
○ Según cifras del DANE, Bogotá sigue siendo la ciudad más desigual del país, con un coeficiente de Gini de 0,54 y una pobreza monetaria que afecta al 23,7% de la población, de los cuales un 5% está en pobreza extrema.
○ La concejala criticó que el presupuesto privilegie una ultra-focalización en pobreza extrema, dejando desprotegidos a los sectores vulnerables en pobreza monetaria. "Sin una estrategia clara de transición hacia la inclusión productiva, se corre el riesgo de que muchas personas recaigan en pobreza extrema", alertó.
- Ordenamiento Territorial y Acción Climática:
○ Bernal subrayó la importancia de priorizar inversiones que integren la sostenibilidad ambiental con el desarrollo urbano, especialmente frente a proyectos como la ALO Norte y la expansión del TransMilenio, que generan preocupación por su impacto ambiental.
- Seguridad y Convivencia:
○ Finalmente, la concejala llamó la atención sobre la necesidad de mayor inversión en estrategias de seguridad humana y convivencia, destacando la urgencia de abordar las causas estructurales de la inseguridad en Bogotá.
Salud: La precarización del personal y los vacíos en atención primaria
Con un presupuesto asignado de 4,6 billones de pesos, equivalente al 15% del presupuesto total, Bernal cuestionó la eficacia de las políticas actuales en salud, señalando que "el 75% de los afiliados al sistema de salud están en el régimen contributivo, lo cual debería garantizar una estabilidad financiera en el sector". A pesar de ello, aseguró que persisten crisis recurrentes en la prestación de servicios.
El sector salud, con un presupuesto significativo, enfrenta grandes retos que no están siendo abordados de manera integral. La concejala Bernal destacó que, mientras el 84% del personal médico en la red pública de hospitales continúa vinculado bajo contratos de prestación de servicios, el presupuesto asignado para fortalecer las redes hospitalarias apenas representa el 3% del total del sector.
"Es inaudito que, en un contexto de crisis en salud, no se destinen recursos suficientes para dignificar a quienes están en la primera línea de atención. La precarización laboral y la falta de inversión en infraestructura y atención primaria dejan a la ciudadanía en una situación de vulnerabilidad inaceptable", señaló Bernal.
Además, el modelo de salud territorial, que recibirá 65.000 millones de pesos para implementar 736 equipos de atención en 2.000 barrios, no contempla acciones concretas en áreas como saneamiento básico o la gestión de riesgos en salud, limitando su impacto real en la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.
"Es urgente replantear la inversión en salud para que sea efectiva. No podemos seguir permitiendo que los derechos de los ciudadanos sean vulnerados por la falta de voluntad política para fortalecer este sistema", agregó la concejala.
Educación: Una apuesta por las universidades privadas en detrimento de lo público
En el sector educativo, la concejala Ana Teresa Bernal expresó su preocupación por el enfoque del presupuesto, que prioriza programas como Jóvenes a la U, destinando el 80% de los recursos a universidades privadas. Mientras tanto, la Universidad Distrital, que debería ser un pilar de la educación pública en Bogotá, recibió un incremento de apenas el 1% en su asignación presupuestal, insuficiente incluso para cubrir la inflación.
"Este modelo fomenta la desfinanciación de la educación pública y profundiza la inequidad. Necesitamos invertir en la Universidad Distrital para garantizar una educación de calidad que sea verdaderamente accesible para todos los jóvenes de Bogotá", afirmó Bernal.
Asimismo, los recursos para la Oficina de Paz, Víctimas y Reconciliación, esenciales para atender a las víctimas del conflicto armado, disminuyeron en un 30%, pasando de 61.000 millones a 43.000 millones. Esto contradice el compromiso del Distrito con la reparación integral y el cumplimiento de la Ley 1448.
"La educación debe ser una herramienta de transformación social y reconciliación. No podemos permitir que los recursos destinados a la paz y a la educación pública sean recortados de manera tan drástica", enfatizó la concejala.
Movilidad: La urgencia de un modelo sostenible
En el sector movilidad, Bernal cuestionó la continua dependencia de TransMilenio, un sistema que enfrenta serias limitaciones financieras y operativas. Aunque se destinarán 545.000 millones para la primera línea del metro elevado y 89.000 millones para la Empresa Metro de Bogotá, la concejala resaltó la falta de avances en la construcción de un sistema integral que priorice la movilidad sostenible.
"Bogotá necesita un sistema de movilidad que sea digno y sostenible, no parches presupuestales que perpetúen la insatisfacción ciudadana. Es inaceptable que los retrasos en la segunda línea del metro y la ausencia de políticas claras sigan afectando la confianza de los ciudadanos en estos proyectos", afirmó Bernal.
Además, Bernal reiteró su oposición a la construcción de la ALO Norte, argumentando que este proyecto es incongruente con la movilidad sostenible y dañino para los ecosistemas de la ciudad.
Crisis del agua en la ciudad
La concejala Ana Teresa Bernal, hizo un llamado urgente ante la crisis del agua en la ciudad, cuestionando la escasa inversión en la conservación de las microcuencas. “Es increíble que, en una ciudad que enfrenta una grave crisis del agua, solo se inviertan recursos para la conservación de 12 microcuencas estratégicas, cuando Bogotá cuenta con aproximadamente 205 microcuencas. La falta de un programa integral sobre el agua es alarmante”, afirmó la concejala.
En el mismo sentido, Bernal criticó el presupuesto destinado a la resiliencia al cambio climático, sugiriendo que los 1.3 billones de pesos invertidos en infraestructura del acueducto y alcantarillado son insuficientes, especialmente cuando solo 167.000 millones están destinados a la adaptación climática. “¿Dónde está la apuesta real por la resiliencia? La ciudad necesita urgentemente un plan de acción contra los impactos del cambio climático”, subrayó la concejala. A pesar de reconocer los esfuerzos del gobierno en obtener recursos del Fondo Verde del Clima, destacó que la restauración de áreas protegidas no es suficiente para abordar los graves retos que enfrenta la capital.
La gestión del riesgo y las viviendas: un presupuesto deficiente para el bienestar social
Bernal también dirigió su mirada hacia la gestión del riesgo, un tema crítico para Bogotá, especialmente en un contexto de eventos climáticos extremos. Con una ciudad propensa a inundaciones y con un riesgo sísmico elevado, la concejala destacó la precariedad de los recursos destinados a esta área. “El Instituto Distrital de Riesgo y Cambio Climático solo dispone de 62.198 millones de pesos, una cifra ridícula frente a la magnitud del problema”, expresó. Además, cuestionó la falta de un plan efectivo para la reubicación de las más de 20.000 familias que viven en zonas de alto riesgo. “El presupuesto solo prevé reubicar a 100 familias, lo que es una burla frente a la magnitud del problema. ¿Qué pasará con las otras 20.000 familias si vuelven a ocurrir lluvias fuertes o un terremoto?”, se preguntó.
En cuanto al sector vivienda, Bernal fue aún más tajante, criticando la política del gobierno en este ámbito. “El 5% del presupuesto destinado al sector hábitat es absolutamente insuficiente para una ciudad que alberga a miles de migrantes, víctimas del conflicto armado, comunidades afro, indígenas y población vulnerable. El subsidio de vivienda no cubre ni siquiera el cierre financiero necesario para que estas familias puedan acceder a una vivienda digna”, afirmó la concejala. En su intervención, también recordó que el Plan de Desarrollo no ha reglamentado adecuadamente los subsidios, lo que limita la posibilidad de acceso a vivienda para quienes más lo necesitan.
La seguridad: una de las principales preocupaciones de los bogotanos
Otro de los puntos álgidos del discurso de Ana Teresa Bernal fue la creciente inseguridad en Bogotá. Señaló el aumento alarmante en los índices de homicidios, feminicidios y delitos sexuales, contrastándolo con la falta de resultados efectivos en las medidas de seguridad adoptadas por la administración. “El lema de este gobierno es ‘Bogotá Camina Segura’, pero las cifras dicen otra cosa. La seguridad de los bogotanos no ha mejorado. El aumento de los delitos y la caída en las medidas correctivas demuestran que las estrategias actuales no están funcionando”, expresó Bernal. En este contexto, propuso un cambio de enfoque hacia la seguridad humana, un modelo que integra la prevención social y la reducción de la inequidad, como herramienta clave para reducir la violencia en la ciudad.
Bernal también se refirió al caso de los bomberos, señalando que, a pesar de las promesas de la administración, el presupuesto destinado a este cuerpo de emergencia ha sido recortado. “El plan era darle un empujón a los bomberos con nuevas inversiones, pero en este presupuesto solo se les ha asignado recursos provenientes de la sobretasa bomberil, sin garantías claras sobre el monto y la estabilidad de esos recursos”, indicó. La concejala mostró preocupación por la falta de una estrategia coherente que garantice la adecuada atención en situaciones de emergencia.
El presupuesto y la responsabilidad política
Finalmente, Ana Teresa Bernal destacó las preocupaciones sobre el Plan de Desarrollo y la delegación excesiva de facultades al alcalde, lo que, según la concejala, pone en peligro el control político del Concejo. “Nosotros votamos en contra de este plan porque hay artículos que otorgan facultades sin límite de tiempo para enajenar bienes del distrito o modificar estructuras institucionales sin la debida supervisión”, aseveró Bernal, alertando sobre los riesgos que implica un control administrativo débil y la falta de transparencia en las decisiones gubernamentales.
En conclusión, la concejala Ana Teresa Bernal dejó claro que el presupuesto para 2025 de Bogotá no responde a las necesidades urgentes de los bogotanos. A su juicio, es un presupuesto limitado en áreas claves como la gestión del agua, la vivienda, la seguridad y el manejo del riesgo. Su intervención fue un llamado a la reflexión sobre la necesidad de priorizar el bienestar de la ciudadanía y de garantizar que los recursos se destinen a quienes más los necesitan, sin dejar de lado el control democrático y la responsabilidad política.
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