De acuerdo con la proyección realizada por el modelo matemático realizado por el equipo del concejal Óscar Ramírez Vahos, presidente de la Comisión del Covid en el Concejo de Bogotá, el promedio proyectado de camas UCI Covid para la última semana de abril de 2021, oscila entre 1.263 a 1568, razón por la cual, advierte que de no tomarse medidas controladas y organizadas, la letalidad como consecuencia del tercer pico será mayor.
De acuerdo con el concejal, es inevitable la demanda de camas UCI para Covid en el mes de abril, por ello es indispensable que se aplique la restricción por dos fines de semana con 3 días restricción, y Bogotá debe prepararse para contar con un mínimo de 1,500 camas para COVID-19, y previendo su ampliación en caso de requerirse a un mínimo de 1,700 camas UCI para COVID-19.
“La demanda y disponibilidad de camas de cuidado intensivo, es uno de los principales aspectos que se debe pronosticar a futuro, para poder establecer estrategias que permitan que no colapse este servicio, y así poder brindar a la ciudadanía la disponibilidad que en su momento se necesite”, afirmó Óscar Ramírez Vahos.
Además el número de camas UCI para Covid luego de abril de 2021 puede ascender a más de 2.000, por lo tanto, será indispensable continuar con las medidas de restricción por lo menos durante para los meses de mayo, junio y julio, para evitar el colapso del sistema de salud.
En cuanto a la implementación de las actuales medidas Ramírez Vahos aseguró que “la restricción por 3 días sábado, domingo y lunes, no es sostenible si se aplica en semanas seguidas, mientras que la estrategia 3x2 (3 días de restricción cada 2 semanas), permite controlar la pandemia y brinda 11 días de 14 para la economía, lo cual la hace una medida sostenible que se puede aplicar en forma preventiva, hasta que la pandemia esté bajo control”.
De acuerdo con el concejal medida la medida actual de pico y cédula afecta la productividad diaria de los bogotanos, por lo que sugiere reemplazarla por el control obligatorio del aforo, que produce el mismo efecto para mitigar la pandemia, pero afecta menos la economía y realiza la recomendación del uso de losa y cubiertos propios o desechables, principalmente lo que son cucharas, tenedores, pocillos y vasos con el fin de reducir el riesgo de contagio.