Como Bancada por la Salud Mental del Concejo de Bogotá, tras conocerse el caso de la muerte de la joven médica, estudiante de cirugía, de la Pontificia Universidad Javeriana, Catalina Gutiérrez Zuluaga, hacemos un llamado a la reflexión colectiva de las comunidades académicas de todos los ciclos formativos, las familias y, en especial, a las entidades públicas responsables de la garantía de los derechos a la salud, la educación y el trabajo en Bogotá.
Las situaciones que llevaron a Catalina a decidir terminar con su vida, a sus escasos 27 años, nos deben movilizar para trabajar mancomunadamente para terminar con esas prácticas que se están presentando en contextos académicos y profesionales, y que han normalizado las violencias y el hostigamiento como el camino, supuestamente, para la excelencia y la formación del carácter.
El bienestar integral de las personas es fundamental para avanzar hacia una sociedad más empática, solidaria y pacífica. Para eso, convocamos a generar diálogos amplios sobre los mecanismos que como ciudad debemos poner en marcha para extender la educación emocional desde la primera infancia, en el ámbito familiar y laboral, como factor protector de la salud mental y la vida de todas y todos.
La Bancada citará a un debate de control político a la Administración Distrital para analizar los programas de prevención y atención en materia de salud mental, especialmente en entornos educativos.
Con sentimientos de respeto y solidaridad para con la familia de Catalina, sus amigos, colegas y compañeros de estudio; y haciendo eco de sus últimas palabras, ratificamos nuestro compromiso con la ciudadanía de Bogotá y decimos: ¡Sí podemos!