Veamos. De manera ilegal, Peñalosa incluyó la privatización de ETB en el Plan de Desarrollo, astucia calculada para evadir el debate democrático. Y a pesar de ello, en apenas un mes quedaron en evidencia las mentiras con las que el Alcalde y el Presidente de la Empresa, Jorge Castellanos, justificaron el despropósito de entregarle el patrimonio público de la ciudad a alguna compañía trasnacional (http://bit.ly/1OavP5E).
Se demostró que ETB no son “los zapatos viejos de Bogotá”, que es un conglomerado de comunicaciones , construido por más de 130 años, que cuenta , entre otras, con la red de fibra óptica más moderna del país, que presta servicios muy superiores a los de la competencia como Claro. El debate probó el enorme potencial de ETB, que incluye también una poderosa red de cobre y otros negocios TIC, tanto que un estudio de la Universidad EAFIT calcula que en los próximos años el retorno sobre la inversión podría ser hasta del 18%.
Peñalosa y Castellanos, ya en apuros en la discusión, empezaron a propalar que ETB no tenía el músculo financiero para aprovecharlo, por lo que la única opción era privatizar. Dicha tesis también fue desmentida por la propia Contraloría Distrital cuando, mediante comunicado oficial y en carta al Alcalde, señaló que la propuesta de la administración “no cuenta con el correspondiente estudio técnico” (http://bit.ly/1PutaEf). Un banquero de inversión, consultado por el portal La Silla Vacía, afirmó que el informe de Castellanos “debió ser hecho a la carrera, con un montón de información fusilada y no pertinente al comienzo, y sin otro montón de información sectorial que hubiera sido interesante. El diagnóstico técnico es superficial” (http://bit.ly/1WwSnjH).
La privatización de ETB, autorizada con este cúmulo de atropellos e ilícitos, puede ser derrotada. Hay que ampliar las ejemplares movilizaciones ciudadanas de las últimas semanas que incluyeron cacerolazos, marchas y plantones de más de 12 horas en el Concejo de Bogotá. En todas partes se deben conformar Comités en Defensa de ETB para vincular a todas las personas interesadas en contender contra este abuso. Si se incrementa el nivel de organización y de la protesta pública y pacífica, se puede evitar el regalo del patrimonio público que Peñalosa quiere darles a inversionistas extranjeros.
A estas tareas se deben sumar las acciones jurídicas. El afán del Alcalde y el de sus mayorías en el Concejo los llevaron, como se avisó, a violar la Ley para autorizar la venta. Peñalosa vulneró el derecho fundamental a la participación ciudadana, pues al Consejo Territorial de Planeación Distrital le entregó un anteproyecto que no incluía la privatización de ETB, lo que impidió que la sociedad civil se pronunciara sobre esta propuesta (http://bit.ly/1RtIHOS). El mandatario incurrió en una falsa motivación, pues la autorización de la venta no tiene un sustento técnico y, además, violó los principios de legalidad y de unidad de materia debido a que la enajenación de acciones no podía meterse como un orangután en el Plan de Desarrollo.
La historia enseña que en 1998 el Concejo le dio una autorización a Peñalosa para que vendiera la ETB, pero la movilización social y las acciones jurídicas se lo impidieron. Esta generación puede repetir esa acción, para ello, la lucha civil y democrática, que debe ser liderada por los trabajadores de la empresa y que cuenta con el decidido respaldo del Polo Democrático Alternativo y de otros partidos y colectividades, puede darle de nuevo otra lección de democracia y patriotismo a Peñalosa.
Coletilla: Respaldo el rechazo del Polo a la conducta de Venus Albeiro Silva (http://bit.ly/25HE4dK), quien terminó salvando el plan neoliberal de Peñalosa. Además, el gobierno distrital debe explicar los gravísimos hechos expuestos por Aurelio Suárez en la denuncia penal que radicó en la Fiscalía (http://bit.ly/1PAtNMu).
Manuel Sarmiento
Concejal de Bogotá – Polo Democrático Alternativo
@mjsarmientoa
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