“Revisadas las respuestas de la administración, yo me atrevo a decir que Bogotá no cuenta con oferta pública de atención al consumo de drogas en niños, niñas y adolescentes”, amplió el cabildante.
Según Torrado, “no hay respuesta gubernamental ni voluntad para atender el problema”, al contextualizar que solo existen dos unidades de servicios de salud de carácter público que pueden prestar atención a consumidores de sustancias psicoactivas y que no se cuenta con un centro de rehabilitación especializado, diferenciado y público para el tratamiento de niños, niñas y adolescentes víctimas de esta adicción.
A su vez, se refirió al estudio de consumo de sustancias psicoactivas del 2016, el cual dice que -los grupos de edad de las personas que presentan consumo abusivo o dependiente de sustancias psicoactivas son mayoritariamente jóvenes de 18 a 24 años, seguido por adolescentes de 12 a 17 años-; por lo que rechazó tajantemente que la administración considere que no es necesario disponer de un centro de atención específico para esta población.
Sobre la oferta institucional, criticó que el Consejo Distrital de Estupefacientes, quien distribuye responsabilidades a muchas entidades que podrían contribuir a mitigar la problemática, lo que hace es una coordinación de papel.
“En la práctica cada entidad trata el problema como se le viene en gana, aplica la atención con los métodos que le vienen en gana y nadie tiene claro cómo proceder con un menor drogodependiente, a quien debería restituírsele sus derechos de manera inmediata”, agregó.
Para solucionar las dificultades, el concejal propuso la creación de una instancia eficiente y coordinada a través de la cual se generen lineamientos para el tratamiento del problema; la generación de contenidos pedagógicos con respaldo científico que se divulguen en eventos masivos; la creación del día de la prevención y el no consumo de drogas, conmemoración que sobrepase lo simbólico; una caminata distrital, y eventos artísticos y culturales que hagan de Bogotá la capital mundial de la prevención del consumo de drogas.
Finalmente, invitó con cifras a las entidades del Distrito a reflexionar, al exponer que “la atención integral al año para un adulto en situación de drogodependencia es de 14.100.000, mientras que un año de prisión cuesta 72.000.000. “El tratamiento es mucho menos costoso que la cárcel y que los problemas sociales y de salud que genera”, concluyó.