Concejales cuestionaron el bajo presupuesto para el Sector de Integración Social
Hoy en Comisión de Hacienda continuó la presentación del Proyecto de Presupuesto Bogotá 2018. El turno le correspondió al sector de Integración Social.
La Secretaria de Integración Social, María Consuelo Araujo, indicó que el presupuesto solicitado para el 2018 es cerca de 1.2 billones de pesos, de los cuales, $97.421 millones son para el IDIPRON. Araujo explicó que estos recursos se invertirán en la prevención de la maternidad y paternidad temprana, desarrollo integral desde la gestación hasta la adolescencia, prevención de la violencia intrafamiliar, habitabilidad en calle, adulto mayor, contra la discriminación, en seguridad alimentaria, política joven, infraestructura para construcciones de jardines infantiles y atención a niños, niñas y adolescentes con discapacidad, rurales, de grupos étnicos y víctimas del conflicto, entre otros.
A su turno, los concejales cuestionaron la reducción del presupuesto de Integración Social para el 2018, fundamentalmente, en proyectos como Distrito Joven y programa de Paternidad y Maternidad Temprana en donde hay una reducción del 63,1% de la asignación al proyecto, pasando de 2.094 millones en 2017 a 773 millones en el 2018.
Los cabildantes preguntaron ¿por qué en materia social no se priorizan los recursos suficientes como se ha hecho en otros campos? en donde se hacen o se reclaman grandes inversiones. Así mismo cuestionaron ¿a qué se debe la política de austeridad social en la entidad? Y ¿a qué se debe la reducción del presupuesto del 18.4 % al proyecto sobre política pública de juventud?
En Comisión de Hacienda, algunos concejales afirmaron que la prioridad del Gobierno actual, no es el desarrollo de una política pública encaminada a la solución de los problemas sociales, y preguntaron ¿cómo se va a recuperar, socializar, reivindicar y convocar a esos niños que están en el abandono? señalaron que se necesita realizar unas adiciones presupuestales voluminosas que sirvan para el desarrollo de los programas sociales y el cumplimiento de sus metas y no estar periódicamente solicitando pequeñas partidas para tratar de cumplir con los objetivos propuestos.
Igualmente manifestaron que es clave trabajar desarrollando una política pública de juventud, por lo menos para 10 años, que sea materializable, esencialmente a la habitabilidad del habitante de la calle y a la dependencia del consumo de sustancias psicoactivas, en especial del bazuco porque se ha demostrado que por lo menos el 85% de esta población viene sometida a este flagelo.
La sesión continuará el domingo con la intervención de los sectores Gobierno y Hábitat.
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