A pocos días de finalizar el tercer año de Claudia López en cabeza de la administración distrital, es increíble que llegue el presidente Gustavo Petro a poner en tela de juicio que el Metro de Bogotá sea una realidad y haya abierto nuevamente la discusión de si nuestro Metro debe ser subterráneo o elevado. El Metro sigue siendo un caballo de batalla para cumplirle caprichos al presidente mientras tenemos una alcaldesa abnegada, ¿Dónde quedó el construir sobre lo construido y lo destruido?
Durante su campaña, la alcaldesa Claudia López prometió a los capitalinos que nuestra ciudad sería mucho más segura, pero la realidad es que estamos en manos de la delincuencia, un esquema de seguridad que a la ciudad no le funciona, una movilidad completamente caótica, presunta corrupción, inconformismo y una cantidad de problemas que tienen a Bogotá estancada en lo mismo de siempre, mientras su mandataria está completamente desconectada de la realidad, creyendo que estamos en Disney y pensando en su candidatura presidencial.
Para dar un primer acercamiento a la mala administración de Claudia López, basta con revisar lo que fue el plan de gobierno con el que se hizo elegir como Alcaldesa de Bogotá; y es que, entre sus puntos claves, encontramos “Cero tolerancia con la corrupción”, pero, entonces me pregunto ¿qué está sucediendo con los recursos de los bogotanos? Presuntamente hay en la UAESP anomalías en los procesos contractuales por más de 40 mil millones de pesos, y lo que llama la atención es el silencio en este tema por parte de la Administración Distrital.
Ahora bien, al tiempo que le queda de su mandato es bueno recordarle a la alcaldesa lo que tanto pregonó y que no ha cumplido.
En seguridad, siendo candidata Claudia López, se jactaba en sus discursos que iba a ser la ‘jefe de la Policía’, hablaba de ‘una ciudad sin miedo y libre de impunidad frente al delito’, pero lo que hoy tenemos todos los bogotanos es una ciudad en manos de la delincuencia y una percepción de seguridad realmente preocupante. Hurtos, asesinatos, cuerpos desmembrados, presuntas casas de pique y violencia son el pan de cada día entre los ciudadanos; pero la alcaldesa en lugar de hacerle frente a la situación, busca culpables como siempre. Ella se convirtió en la alcaldesa de las excusas: son los medios de comunicación, fue la pandemia, en fin, a ella se le olvidó que es la alcaldesa de Bogotá y que es la responsable de que la ciudad funcione como debe ser. Eso de ‘Seguridad y justicia para vivir sin miedo’ fue solo una utopía.
Mientras recorría la ciudad buscando los votos que la llevaron a la Alcaldía de Bogotá, Claudia López aseguró que la capital tendría una mejor movilidad y que los bogotanos no perderían tanto tiempo en sus recorridos; por el contrario, hoy, nuestra ciudad soporta más de 500 frentes de obra que convirtieron a Bogotá en un solo trancón a cualquier hora y ha entorpecido vías como la ALO Norte para ayudar a descongestionar el caos vial en el que vivimos. No hay manera de mejorar la calidad de vida de los capitalinos si hay personas que al desplazarse desperdician hasta dos horas del día en un solo trayecto y si lo hacemos en el transporte masivo, sumémosle la inseguridad.
En el 2019, Claudia López criticaba al entonces alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, diciendo que expedir un POT por decreto era una falta de respeto con la ciudadanía, que no había legitimidad política para hacerlo, que era indispensable un Acuerdo de ciudad, pero tal parece que esas palabras se le olvidaron una vez llegó al Palacio Liévano; esto sin contar con las acciones judiciales en curso que amenazan la estabilidad administrativa de la capital colombiana.
Al mejor estilo del hoy presidente Gustavo Petro, tenemos los exorbitantes gastos que ha tenido la mandataria en publicidad para mejorar su imagen. En campaña aseguraba que no usaría un solo peso de los bogotanos para mejorarla, pero esto quedó al descubierto durante el debate de control político que junto a mi bancada lideramos y en el que, sin duda alguna, ha tenido que acudir a contratos millonarios para mejorar su aprobación ante los ciudadanos.
También decía en su programa de gobierno, que con “cultura ciudadana y ejercicio de autoridad” lograría frenar los colados, pero hoy vemos que esta problemática tiene desangrado el sistema de transporte TransMilenio: 3 de cada 10 usuarios ingresan al sistema sin pagar su pasaje. Esta cifra va en aumento y no hay ninguna campaña real que permita contrarrestarlo.
Entonces no es un gran descubrimiento que Claudia López le esté incumpliendo a los bogotanos que la eligieron, quedan más dudas que certezas; y es que, si nos atrevemos a comparar las formas de gobernar con el presidente Gustavo Petro, pareciera una repetición de la nefasta alcaldía de nuestro hoy presidente. No se nos puede olvidar que inundó a Bogotá en basuras con su famoso operador público que hoy no dista de ‘La Rolita’, y ni hablar de su famosa ‘máquina tapahuecos’ que se convirtió en uno más de sus engaños.
La izquierda hoy gobierna al país y a sus principales capitales, eso es una realidad; a 393 días que Claudia finalice y con un poco más de 100 días del gobierno del Presidente Petro creemos que Colombia no va a mejorar, pero para ellos que viven en el país de las maravillas dirán “yo no estoy loco, mi realidad es diferente a la tuya”.