Este miércoles, la Comisión del Plan reanudó el debate de control político sobre las obras que se adelantan en el Humedal Tibabuyes y sus efectos, citada por la presidenta de la Corporación, concejala, María Fernanda Rojas.
Esta vez, el debate continuó con la intervención de los funcionarios del Distrito. La secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, manifestó que la obligación inicial y fundamental de cualquier funcionario público es respetar y hacer respetar la ley y agregó: “no hay argumento alguno, en el marco legal, que les permita acusar a la Secretaría Distrital de Ambiente de negligencia. La función de la autoridad ambiental también incluye cuidar los procesos para no visarlos de nulidad”.
La secretaria de Ambiente indicó además que las obras vienen de la anterior Administración y aclaró que quien determina el avance de las mismas no es el Acueducto, ni la autoridad ambiental, sino la Interventoría, quien fue quien determinó en ese momento que las obras estaban en un 61% de avance y agregó: “la Secretaría de Ambiente no frena obras de infraestructura, nuestro marco de actuar es el permisivo y sancionatorio y a la fecha se han revisado y cumplido”.
"Este tipo de obras no deben estar presentes en los humedales, son un pésimo precedente, por ello esta Administración no propondrá diseñar nuevas obras que endurezca esos espacios. Durante décadas se hizo a un lado los criterios ambientales que tenemos hoy en discusiones, no podemos volver a permitir un escenario en el que esas confusiones y esos choques lleguen a este nivel de conflicto, por eso estamos dejando en el POT reglas claras que definan los usos permitidos en los humedales”, aseguró Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente de Bogotá.
A su turno, Cristina Arango, gerente general de la Empresa Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, insistió en que, desde la Administración Distrital están comprometidos con la protección del medio ambiente y de los humedales y afirmó: “venimos trabajando de manera decidida en la calidad hídrica, el monitoreo biológico, el mantenimiento integral de los humedales, la conservación de ecosistemas y la gestión social ambiental. Tenemos resultados importantes en calidad hídrica, ya que en el 2021 hemos corregido 1.116 conexiones erradas”.
Arango presentó un balance sobre los avances del proyecto del humedal Tibabuyes, manifestando que en la conexión de la zona de Lisboa con la zona de Colsubsidio, actualmente tiene una ejecución física del 76,5% y una ejecución financiera del 77,4%.
La gerente Arango advirtió: “lo que ha mencionado la Contraloría es que las obras se deben terminar, básicamente por el riesgo que tiene frente a los recursos públicos no hacerlo, debemos ser responsables con los recursos públicos y terminar las obras, no podemos realmente votar esos recursos públicos a la basura, porque se necesitarían aprox. más de $ 15.000 mil millones para demoler”.
A su turno, la concejala Susana Muhamad, solicitó por escrito a la Administración los lineamientos y las directrices para ejecutar y elaborar planes de manejo ambiental, y preguntó ¿en dónde dice que el plan de manejo es el único instrumento idóneo para la intervención en el cuerpo de agua y la ronda hidráulica?.
Al cierre del debate, la concejal María Fernanda Rojas manifestó su inconformidad frente a las respuestas de las funcionarias e indicó "este tema del humedal Tibabuyes es una de mis grandes frustraciones políticas, porque dimos la batalla en los Tribunales y la ganamos con medidas cautelares, pero el exalcalde Peñalosa con su equipo de la Secretaría Ambiente de otras entidades, hicieron caso omiso, haciendo mucho daño al humedal".
Rojas concluyó que si la gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado hubiera hecho un estudio jurídico de alternativas contractuales, se hubiera tenido un escenario diferente al de hoy y agregó: “hay mayor detrimento en alterar para siempre un ecosistema como el humedal, eso le va a salir muy caro a la ciudad”.
La cabildante cerró el debate de control político manifestando "es necesario que la ciudad tenga una agencia, una unidad, que se haga cargo de las áreas protegidas, especialmente de los humedales".
La jornada continuó con el debate de control político de los priorizados 020 y 387 de 2021 sobre la restauración, recuperación, mantenimiento y ordenamiento de las cuencas hídricas de Bogotá, citado por las bancadas del Polo Democrático y Alianza Verde.
La bancada del Polo Democrático inició el debate con la intervención del concejal Celio Nieves, quien relató cómo se deterioró el cauce de los ríos San Francisco y San Agustín, indicando que en años anteriores en la ciudad, dichos ríos comenzaron a ser canalizados para dar solución al problema sanitario, convirtiéndolos en alcantarillas subterráneas y eliminándolos del paisaje urbano y agregó: “sobre sus cauces se construyeron sinuosas avenidas, pero debajo, estos siguen fluyendo”.
Nieves Herrera señaló algunas problemáticas que presentan las quebradas y los canales, indicando que es la disposición clandestina de residuos sólidos, tanto ordinarios como de construcción y demolición, la que genera la contaminación en el sistema de drenaje pluvial, pero también la falta de apropiación, de sentido de pertenencia de las personas y la ausencia de acciones para promover su renaturalización.
El cabildante también afirmó que las acciones que desempeñan las empresas competentes de inspección vigilancia y control, no son suficientes y agregó: “las acciones implementadas para la mitigación de dichas tensiones con la imposición de sanciones o comparendos, demuestran no ser herramientas efectivas”.
Prosiguió el concejal Carlos Carrillo, quien manifestó que no se debe entender los cuerpos de agua como asuntos individuales, sino que hacen parte de un sistema hídrico de la ciudad, e hizo referencia a las prácticas de las personas, que sin darse cuenta le hacen daño al medio ambiente, “la basura que se tira en la cabecera del río, termina contaminando todos los kilómetros que recorre”.
De la misma bancada, el concejal Álvaro Argote indicó que la importancia de los debates de control político es hacer compromisos, e hizo varias propuestas para que sean tenidas en cuenta en el documento del POT sobre las delimitaciones de los bordes y de las rondas hidráulicas, en las acciones de renaturalización y en la responsabilidad social, donde grandes centros industriales de construcciones masivas, a través de los planes parciales, tengan la obligación de tener plantas de tratamiento.
El debate de control político continuó con los concejales de la Alianza Verde. El concejal Martín Rivera señaló que se tiene un gran reto en la ciudad en cuanto a la armonización de las cuencas hídricas con el entorno y en el control urbanístico de diferentes lugares de la ciudad, pero sobre todo en los polígonos del sur.
Rivera hizo énfasis en las problemáticas de la quebrada Limas y de sus conflictos ambientales sobre la expansión urbana descontrolada en zonas altas, en la minería ilegal que se encuentra en esos polígonos, que sigue siendo una de las actividades económicas principales, en la vivienda informal sin acceso a servicios públicos, en las aguas residuales domésticas que generan problemas de salud pública y en la ausencia del gobierno Distrital y Local.
“El polígono del Relleno Sanitario está generando un impacto muy negativo a la cuenca del río Tunjuelo, generando problemas río arriba, de nada sirve tener la PTAR Canoas funcionando y limpiando el río Bogotá si desde sus afluentes y orígenes está llegando el agua contaminada”, adviertió el cabildante.
Por otro lado, el concejal Diego Laserna hizo referencia en que es un fenómeno reciente que la ciudadanía se apropie de algunas quebradas, como espacios de esparcimientos y de contacto con la naturaleza y agregó: “algunas quebradas en Chapinero han sido un ejemplo y ojalá pudiéramos extenderlo en otras zonas de Bogotá, sin embargo, este aprovechamiento turístico enfrenta el mismo reto y es un reto de seguridad”.
De su misma colectividad, la concejala Andrea Padilla presentó unas cifras que, según un informe de la CAR, entre 1985 y el 2003, en la Cuenca del Río Bogotá ha perdido más de 9 mil hectáreas de páramo, cuya vegetación ha sido quemada y tumbada para el establecimiento de cultivos y para pastizales de la ganadería y aseguró: “es muy preocupante que esta vegetación de páramo sea la más afectada, precisamente por ser zonas de nacimientos de agua para la ciudad”.
La cabildante señaló algunas problemáticas relacionadas con el uso del suelo en actividades agropecuarias e indicó que las zonas cubiertas con pasto aumentaron aproximadamente en 12.300 hectáreas, convirtiendo estas zonas en pastizales debido a la expansión de la frontera agrícola y en cuanto a la fauna que habita en la cuenca del río, hay registradas por lo menos 542 especies de animales, de las cuales 322 son aves y muchas de estas especies, tanto nativas como migratorias, están en algún grado de vulnerabilidad.
Padilla también hizo referencia a las curtiembres y advirtió que la obtención del cuero genera residuos sólidos, líquidos y gaseosos que hacen de esta actividad altamente contaminante.
Por instrucciones del presidente de la Comisión del Plan, concejal Celio Nieves, se convocó por estrados para el día de mañana a las 9:00 a.m., para continuar con el debate de control político.
OFICINA ASESORA DE COMUNICACIONES
Concejo de Bogotá