Bogotá está en riesgo de quedarse sin energía en el año 2026 debido al retraso de los proyectos Chivor Norte y Sogamoso, los cuales están frenados por la aprobación de las licencias ambientales por parte del Gobierno Nacional.
“Una crisis de la energía traería como consecuencia apagones y el estancamiento en el crecimiento de Bogotá porque la ciudad no estaría en condiciones de garantizar el suministro eléctrico para las pruebas y operación de la primera línea del metro o del Regiotram de occidente. Eso sin contar la demanda de energía que necesitarían los patios de Transmilenio si migráramos hacia una flota de buses eléctricos” indicó el concejal.
Además, las demoras en estos proyectos han obligado a generar energía a través de Termozipa, una central eléctrica que usa como combustible primario el carbón y produce 90 mil toneladas de CO2 al mes.
“Si el Gobierno de Gustavo Petro quiere cuidar el medio ambiente debería aprobar las licencias ambientales para que Termozipa no siga contaminando. La transición energética será posible solo si se ejecutan los proyectos de transmisión de energía eléctrica y se fortalece la red”, finalizó el concejal.