Los delincuentes, en su mayoría con acento extranjero, se hacen pasar por ser integrantes de Los Satanás y el Tren de Aragua. Según testimonios de las víctimas, los bandidos les hacen seguimiento permanente tanto en sus establecimientos comerciales como en sus viviendas, de igual forma tienen presentes a cada uno de los integrantes de sus familias:
“Saben en donde estudian mis hijos a que hora salen, a qué hora llegan. Nos sentimos perseguidos todo el tiempo. Dicen que si no cumplimos con los pagos mi familia terminará como las fotografías. También tienen conocimiento de hasta donde vive mi mamá. Es terrible”. Asegura uno de los comerciantes amenazados.
Los extorsionistas amenazan con asesinar a las familias de los comerciantes si no se cumplen con cuotas de hasta 5 millones semanales, por lo cual las víctimas se han visto en la obligación de no volver a abrir sus negocios y cambiar sus lugares de residencia.
Es innegable que en estos más de seis meses Bogotá ha asumido, con seriedad y contundencia, una lucha contra la extorsión, esto gracias al compromiso de la Policía Metropolitana y de la Administración Distrital, esfuerzos que se reflejan en grandes golpes contra distintas bandas criminales que operan en la ciudad como el Tren de Aragua y Los Satanás, más de 110 delincuentes capturados y procesados por este delito de alto impacto que afecta principalmente a los comerciantes, esto de acuerdo a cifras de la Secretaría de Seguridad.
Inclusive, recientemente se dio un duro Golpe contra el Tren de Aragua con la captura de veinte (20) de sus miembros, que operaban principalmente en Kennedy, Bosa, Ciudad Bolívar, y Santa Fe. Una organización delincuencial que solo en Kennedy podría estar extorsionando más de 200 establecimientos o personas, recolectando cerca de 500 millones al mes.
Sin embargo, estás estructuras criminales, tienen tentáculos fuertes que se aprovechan de el fácil acceso a la información y con ello pretenden imponerse y controlar el territorio, por lo que está lucha no para, y, por el contrario, esta estrategia de desmantelamiento debe fortalecerse ante los cerca de 1.125 registros por extorsión en lo corrido del año, prácticamente 6 casos diarios, sin contar los subregistros característicos de este delito.
Este fenómeno no solo pone en riesgo la seguridad, la tranquilidad de nuestros ciudadanos, incluso la vida, sino que también afecta de manera significativa el desarrollo económico y social de nuestra ciudad, pues evidentemente los principales afectados son los comerciantes.
Según informes, más de 190 bandas organizadas se dedican a actividades como sicariato, hurto, tráfico de estupefacientes, extorsiones e instrumentalización de menores de edad. Estas organizaciones operan en diversas localidades de la ciudad, principalmente en Usaquén, Bosa, Suba, Engativá, Rafael Uribe, Los Mártires y Kennedy.