Espinosa, le envió un mensaje a los dueños de los bancos “es el momento de que los bancos y entidades financieras demuestren solidaridad con el pueblo colombiano. En el pasado, por ejemplo en 1999 durante la peor crisis financiera del sector, con recursos de todos los colombianos se intervino para aliviar la situación”. Consciente de que, al igual que en otros países, se avecinaba el aislamiento y las restricciones de movilidad para evitar el contagio del COVID-19, Julián de inmediato pensó en que las entidades financieras son implacables con sus cobros y entre sus excepciones no están contempladas calamidades masivas como la que vivimos hoy en el mundo.
“Es momento de que el sector financiero, por una vez en la vida, se ponga en los zapatos de todos los colombianos y se conduela de la difícil situación económica que tendrán”, afirmó, ya que siempre que pasamos por momentos difíciles se piensa en alivios financieros para las empresas o para la población más vulnerable, pero en esta situación hay que pensar en todos y más en el ciudadano de clase media que es independiente o que trabaja por el diario o por prestación de servicios que tiene productos financieros y que no va poder responder por sus obligaciones en los próximos meses.
El sector financiero respondió rápidamente con líneas especiales de crédito para empresas, extensiones de plazos, cambio en los días de pago y periodos de gracia. Medidas que, a decir verdad, no se conduelen con la magnitud de lo que va a suceder en los próximos meses con el bolsillo de los colombianos. Por eso Julián Espinosa insiste en que las entidades financieras atiendan a los más de 9.000 firmantes de la petición.
Por ejemplo, el Grupo Aval y sus bancos filiales, que incluyen Banco de Bogotá, Banco Popular, Banco AV Villas y Banco de Occidente, ofreció prórrogas de créditos hasta por 120 días para empresas e independientes y la eliminación temporal de cobros para todas las transferencias digitales. El Grupo Bancolombia también anunció condiciones preferenciales y menores tasas de interés para las compras de bienes de primera necesidad. “Eso en realidad no es un alivió tangible para los ciudadanos, por eso sin ánimo de ser populista insisto en que los bancos y entidades financieras suspender los cobros, a personas naturales y jurídicas, durante seis meses para tarjetas de crédito, créditos de libre inversión y créditos hipotecarios”, concluyó el conejal.