Agradeciendo los procesos sociales y comunitarios que nos han acompañado, se realiza el Encuentro “Tanu Zanamu” para seguir recorriendo los nueve caminos trazados en la agenda por el Buen vivir. Un camino de memoria y de sueños colectivos que hemos construido juntos. El día cinco de diciembre nos dimos cita en el recinto los Comuneros del Concejo de Bogotá, para reencontrarnos como parte de un solo tejido, bajo la bandera Wiphala de los pueblos indígenas andinos y el horizonte de Bogotá como territorio del Buen vivir.
En este día tan especial para la conmemoración de un trabajo colectivo, histórico y pionero en la ciudad de Bogotá y en Colombia, referente de las políticas públicas en función del cuidado de la madre tierra, del cuidado del agua, los sitios sagrados y la relación biocultural en diversidad y derecho. La apertura ceremonial y de armonización estuvo a cargo del Mamo mayor Arwa Viku (Crispín Izquierdo) del pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta junto con los mayores y músicos ancestrales del Cabildo Indígena Muisca de Suba.
Contamos con el acompañamiento de grandes amigos y diferentes procesos que han sido los bastones del proyecto del Buenvivir en Bogotá. Estos son el proceso de la Mesa de Patrimonio USMEKA, que desde la memoria campesina y de Don Jaime Beltrán vienen defendiendo la importancia del patrimonio cultural material, inmaterial y vivo en Bogotá, con especial importancia del significado de los hallazgos arqueológicos en la localidad de Usme.
Durante el Encuentro Tanu Zanamu, se presentó el proyecto arquitectónico y de equipamiento rurbano del “Centro Ceremonial del Parque Arqueológico y Cultural El Carmen de Usme – Kankurua”, como resultado de una iniciativa de las comunidades campesinado de Usme, comunidades indígenas de Bogotá y de la Sierra Nevada de Santa Marta. Allí participaron el líder campesino Amaury Rodríguez, el gestor ambiental Harold Villay y la lideresa campesina Carolina Beltrán de la Mesa de Patrimonio de Usme. Por parte de la Academia intervinieron, los profesores de la Universidad del Bosque, Francisco Cabanzo (PhD. UEB), Carlos Duica (MsC. UEB), Coque Gamboa (MsC. UEB), y el arquitecto Alejandro Barón (Esp. Independiente colaborador), que han acompañado a las comunidades en su sueño de recuperar la memoria viva y física de los territorios. Así, se concibe a Bogotá como una región interconectada, intercultural y tejida por tradiciones ancestrales que aún sobreviven en resistencia a modelos hostiles de ciudad. Todo ello, consagrado en la firma de un acuerdo de voluntades en dos tinajas de barro para la protección de las expresiones vivas de las culturas ancestrales y campesinas del territorio.
También desde el cabildo Muisca de Suba, como autoridades de este territorio y como un importante proceso de reivindicación de la identidad ancestral de los Bogotanos, nos hablaron sobre el cuidado de sitios sagrados y la importancia de la memoria del agua y de la tierra en el legado Muisca.
Tejiendo el horizonte plurinacional por el Buen Vivir y los Derechos de la Naturaleza, la Concejala Ati señala que Bogotá necesita otras alternativas económicas como la economía solidaria y para eso tenemos que avanzar en las alianzas público- populares y comunitarios en el reconocimiento de los saberes. Así, las semillas son parte esencial de la vida, son el fundamento de la soberanía y autonomía alimentaria, la salud y la permanencia de los pueblos y su cultura en los territorios, como ha sido destacado en el Acuerdo de la Quinua, Acuerdo 231 de 2006, Acuerdo 231 de 2006 que incentiva el cultivo y consumo de productos tradicionales andinos y el Acuerdo 455 de 2010 sobre la integración regional rural y los mercados campesinos. Todos de autoría de la iniciativa de la Concejala Ati Quigua.
En este sentido, se presentaron procesos como SINEAMBORE, en representación de María del Carmen Aguillón, quienes han sido pioneros de la primera Planta de Tratamiento de residuos orgánicos en Bogotá de la zona de influencia del Relleno Sanitario Doña Juana. Igualmente, el proceso de la Granja Agroecológica Los Tunjos, como guardianes y cuidadores de la madre tierra para mantener los suelos vivos. Otros procesos que mantienen los nueve caminos trazados del Buen Vivir, fueron el Movimiento Internacional Canto al Agua, Paqueros de Bogotá, los vivanderos y vivanderas de las 19 plazas de Mercado de Bogotá. Estos últimos, en representación de los líderes Jhonathan Zambran de la plaza de Mercado Samper Mendoza y Rosemberg Falla Delgado, líder de la Plaza de Mercado La Perserverancia.
En la concepción del Buen vivir como un horizonte social territorial, intercultural e integral, de saneamiento de las relaciones humanas, espirituales y ambientales, escuchamos al profesor Román Vega, como Coordinador Global del Movimiento para la Salud de los Pueblos. Seguido por el grupo de investigación Saber y Vida de la Universidad Nacional de Colombia en representación de la profesora Gloria Muñoz, quien compartió la experiencia del proceso de la educación superior intercultural y la importancia de los saberes ancestrales en contexto de ciudad para la defensa del agua. Esto, en sintonía con el Acuerdo 347 de 2008 que da los lineamientos política pública de agua y el Acuerdo 806 de 2021 denominado como “Bacatá Hidrópolis” para la reconciliación de la ciudad con los ciclos del agua.
Frente a la participación de los procesos étnicos, la lideresa Gitana Dalila Gómez, perteneciente a la Kumpania de Colombia señaló los importantes avances y retos en materia de Política Pública étnica y exalto las luchas de la Concejala Ati para la inclusión de un Capítulo étnico con acciones que hoy favorecen a las comunidades y reconoce a los pueblos originarios y habitantes de la ciudad. Por su parte, el Cabildo Indígena Universitario en Bogotá -CIUB, se destacó por ser un espacio de integración de estudiantes indígenas e incidir en su bienestar, formación integral y preservación cultural en Bogotá representado por Rodrigo Fuentes Seykukwi. En este encuentro también fueron protagonistas las actuales doce Casas de Pensamiento Intercultural y la seguridad alimentaria a través del Programa de Canasta Complementaria, como un logro sostenido en el tiempo a partir del Acuerdo 359 de 2009 bajo la autoría de la Concejala Ati Quigua y que ha avanzado en la garantía de los derechos de los niños y niñas para una educación propia e intercultural, así como, para el reconocimiento jurídico de los cabildos y autoridades étnicas en la Capital.
También en el camino de Género, Mujer, Familia y Generación estuvieron acompañando su madre, Zaku Luz Helena Izquierdo, lideresa del pueblo Arhuaco y su padre Alonso Cristóbal Quigua, del pueblo Guanano, quiénes aún desde la distancia compartieron un saludo amoroso y vivencias de las implicaciones del trabajo político, social y comunitario que ha realizado la concejala como lideresa. Su hija Ati Gumnabia Jumi y su hermana Dunen Muelas Izquierdo.
Desde el primer periodo de actividad política en Bogotá, año 2004, cuando Ati Quigua fue electa para la ciudad de Bogotá como la primera mujer indígena Concejal de Colombia, se abrió la puerta para un proyecto alternativo e intercultural, con propuestas sistémicas. Un camino para la reconciliación con la naturaleza y sus ciclos vitales, para sanar la relación de la sociedad con el agua, sus cuencas hídricas y el avance de los derechos étnicos. Sin embargo, este proyecto fue consciente de los grandes retos y obstáculos que tiene el romper los paradigmas estructurados por 200 años de historia republicana y 500 años de arraigo colonial.
Este encuentro de experiencias, de tejido comunitario por 20 años, es una invitación a mantener viva la voz en el corto, mediano y largo plazo, para una ciudad que se reconcilia con el agua, las semillas nativas, los suelos vivos, la diversidad, el patrimonio biocultural e inmaterial y las siguientes generaciones que habitarán este territorio ancestral desde una mirada ecosistémica y pluricultural.
Hoy la concejala Ati Quigua ha proyectado un horizonte plurinacional por el Buen Vivir y los Derechos de la naturaleza, haciendo de Bogotá un territorio saludable, sustentable, justo y en paz con la madre tierra y todas los seres y especies que la habitan.
