Este lunes, la Comisión del Plan agendó el debate de control político sobre las obras que se adelantan en el Humedal Tibabuyes y sus efectos, proposición citada por la presidenta de la corporación, concejala, María Fernanda Rojas.
Precisamente, la crítica principal de la concejala María Fernanda Rojas fue la manera en la que la anterior Administración de Bogotá contemplaba convertir humedales como el Tibabuyes o Juan Amarillo en parques. Por esa razón, propuso una unidad especializada para proteger y conservar estos ecosistemas. “La función del Acueducto de Bogotá no es hacer obras duras en los humedales, como lo ha hecho en los últimos años. El Acueducto debe recuperar el caudal ecológico”, dijo.
“La construcción de la pasarela elevada desde 2018 ha dejado graves impactos en la zona: muerte de animales, ha acabado con vegetación propia del ecosistema, ha traído talas, ruidos, relleno en zonas inundables”, añadió la presidenta del Concejo.
En cambio, la concejala Lucía Bastidas insistió en la necesidad de urbanizar una parte del Humedal Tibabuyes para recuperar el espacio público. “El Plan de Manejo Ambiental dice que se podrían tener hasta 140 mil metros cuadrados de endurecimiento. Con las obras que se han hecho, llevamos 38.900 metros cuadrados. No se afecta el ecosistema”, aseguró.
La concejala María Clara Name hizo énfasis en la posibilidad de reducir los impactos negativos de la obra que, según su criterio, ya no podría frenarse. “Es importante que se adelanten las obras de mitigación para proteger este humedal. Quiero saber cómo van estas tareas”, señaló.
La concejala Andrea Padilla se refirió a la importancia que tiene para la estructura ecológica principal este humedal. “No estamos hablando de un potrero, estamos hablando de un ecosistema absolutamente vivo, hogar de especies de distinto tipo. ¿Cómo continuar una obra amparada por un decreto de nulidad?”, preguntó al Distrito.
Los concejales Diego Cancino y Martín Rivera coincidieron en que la alcaldesa Claudia López no cumplió sus promesas de campaña para frenar estas obras y proteger la vida dentro del humedal. “Esta es la obra de endurecimiento más grave que he visto en esta ciudad. Estas obras son de un impacto ecológico muy fuerte. Reversar esa obra puede ser vital para los ecosistemas”, dijo el concejal Diego Cancino, a lo que añadió Martín Rivera que “el ambiente y la estructura ecológica principal no pueden ser un medio para hacer política electoral en Bogotá”.
Por parte de la bancada de la Alianza Verde también intervino el concejal Luis Carlos Leal, quien se refirió a la responsabilidad contractual que tiene el Distrito para frenar las obras. "El Concejo de Bogotá debe ordenar a la Oficina Jurídica de la Alcaldía de Bogotá abrir los procesos de responsabilidad por daños al medioambiente a los Administradores de la ciudad", comentó.
Al finalizar estas intervenciones, los concejales voceros de bancada dieron a conocer sus impresiones sobre las obras que se hacen en el humedal. "Esta Administración, que se declara amiga del medioambiente, destinó el dinero que era para este rubro en otras áreas", señaló el concejal Rubén Torrado; mientras que la concejala Ati Quigua mostró otra perspectiva: "Lo que están haciendo en el Humedal Tibabuyes no solo causa una preocupación ambiental, sino una ruptura de los arraigos de la cultura Muisca de Suba".
La concejala Susana Muhamad también criticó la postura de esta Administración al dejar avanzar las obras el Juan Amarillo. “Esto es una traición política de la alcaldesa Claudia López y una absoluta promesa incumplida. Debieron parar las obras y ejecutar un estudio que definiera qué era lo mejor para el humedal”, aseguró. El concejal Celio Nieves cuestionó la manera en la que se interpretó la norma para adelantar el proyecto. “Cómo es posible que se ejecute una obra de esta envergadura solo con el cálculo de la capacidad de carga de la obra civil y no en relación con los objetivos de la conservación del humedal”, añadió.
A su turno, el concejal Manuel Sarmiento fue enfático en que estos trabajos no deberían hacerse en Bogotá. “Es evidente la inconveniencia de estas obras para la ciudad. Son unas obras absurdas desde el punto de vista ecológico. Es muy difícil encontrar argumentos para defender el proyecto”, dijo. A lo que agregó el concejal Nelson Cubides que “lo que se debería discutir es el impacto ambiental, jurídico y financiero si no se culminaran las obras”.
La última intervención de los concejales estuvo a cargo de la concejala Heidy Sánchez, quien responsabilizó al Distrito de lo que está pasando en el Tibabuyes. “Estos daños que dejó la Administración de Peñalosa recaen en la Alcaldía de Bogotá, por lo tanto, existe una responsabilidad de reparación en cabeza de la alcaldesa Claudia López”, agregó.
Concejales como María Fernanda Rojas y Ati Quigua invitaron a ciudadanos, activistas y especialistas en el estudio de los humedales para participar en el debate. Más de 15 personas mostraron sus puntos de vista, pero en lo que todos coincidieron fue en frenar las obras y reparar los daños que ha causado endurecer los suelos del Humedal Tibabuyes. De acuerdo con Jorge Andrés Castiblanco, "las irregularidades brotan de esta obra. Es un llamado a que detengan las obras de forma inmediata”, a lo que añadió Juan Carlos Sandino que “todo lo que le hicieron al Humedal Tibabuyes es construido. Artificializaron el humedal. Eso no es recuperación del ecosistema"; mientras que Laura Peña mostró escenarios probables por las afectaciones que han sufrido las especies de fauna y flora: “¿A qué juegan las instituciones? Se han negado a parar las obras por voluntad política. Endurecer estos ecosistemas es exponernos a inundaciones y tragedias sin precedentes”.
Al finalizar estas intervenciones, la Comisión del Plan suspendió el debate y lo agendó para el próximo viernes, día en el que intervendrán funcionarios del Distrito como la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Concejo de Bogotá