Bogotá presenta problemas con respecto al estado de las vías en algunos de los barrios periféricos y localidades de las partes planas de la sabana de Bogotá, pues la mayoría de ellas están deterioradas o llevan alrededor de 30 o 40 años sin pavimentar.
La Administración no cuenta con recursos inmediatos para intervenir estas vías. Las comunidades acuden a estas entidades para que se les dé una solución por lo menos temporal, sin embargo, la respuesta por parte del Distrito es que ofrece un material reciclado (concreto o asfalto molido para reutilización) y la comunidad debe suministrar la emulsión para la aplicación de estos componentes.
Situación que ha llevado a los habitantes afectados a pronunciarse, pues solo una caneca de emulsión cuesta alrededor de $ 400 a $ 500 mil pesos, ahora bien, para un metro cubico se van 4 canecas de emulsión, lo que quiere decir que para pavimentar con el fresado una vía de 100 metros de largo x 6 metros de ancho se requeriría de $72 millones de pesos.
¿Cómo la comunidad va asumir el elemento más costoso? Sí una junta de acción comunal escasamente tiene para pagar los servicios públicos de los salones comunales, ¿cómo van a asumir los gastos a estas obligaciones que le corresponden al Distrito?
Mi llamado como Concejal de la ciudad es para que estas 3 entidades apropien los recursos y brinden por lo menos soluciones temporales y reales para poder fresar estas vías, evitando que en época de invierno se sufra por la crudeza del barro en los hogares o en época de verano por la inclemencia del polvo en las viviendas.