Por ello en debate de control político expuso los siete intolerables que los ciudadanos y la Administración no pueden seguir tolerando como el hecho que los niños mueran por causas evitables, que padezcan hambre y mal nutrición, que estén expuestos al maltrato infantil, que trabajen en vez de estudiar, que estén solos, que sean marginados por su condición de discapacidad y que no tengan papá y mamá.
“Es inconcebible cómo al día de hoy los derechos de los niños han sido vulnerados y esto se refleja en cifras tan alarmantes como la alta tasa de homicidios que reporta del 2011 al 2014, un total de 460 homicidios en menores de edad y más de 100 casos de suicidios en Bogotá. Así mismo, la violencia infantil va en aumento ya que en el 2013 se reportaron 3903 casos y para el 2014 un total de 4156 niños maltratados; lo que evidencia que los programas y proyectos no ha sido lo suficientemente efectivos para atacar este flagelo”, expresó la Cabildante.
Un grave problema que destapó la Concejal fue la crítica situación del trabajo infantil, donde al año 2011, el DANE reportó 176.824 casos de niños que trabajan. Además, denunció que a la fecha el Gobierno Distrital no tiene un reporte actualizado sobre el trabajo infantil y cuestionó cómo se ha hecho el seguimiento a los más de 170 mil niños afectados y más aún cuando el Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana fija una de las metas más bajas, disminuir este flagelo en tan sólo un 1.5%.
Otro de los importantes planteamientos de la Concejal fue acerca del abandono de los niños en Bogotá. “Para el 2013 la Secretaría de Salud reportó 1.337 casos de niños y niñas abandonados y para el 2014, se registraron 1.411 niños en estado de abandono. Estas cifras encienden las alarmas en cuanto a la necesidad que la Política Pública de Infancia y Adolescencia sea la norma garante de la no vulneración de los derechos de los niños y niñas en la ciudad”, agregó.
Por tal razón, la Concejal Clara Lucía Sandoval propone que debe existir un sistema de información unificado para el cumplimiento de los programas de infancia y adolescencia y así mismo, afirma que estos programas deben ser integrales y no asistenciales.
“Es intolerable cualquier tipo de violencia contra los niños, niñas y adolescentes; los adultos somos los responsables de lograr que estas problemáticas terminen porque el éxito del trabajo se refleja no sólo en cifras, sino en el cambio de la triste realidad que hoy vive nuestra niñez”, puntualizó.