Hoy, nuevamente sus condiciones laborales son injustas: deudas prestacionales, bajos salarios, malos servicios de salud, inestabilidad laboral, con una política oficial de abandono de la escuela y maltrato al magisterio; todo esto se constituye en una deuda histórica que no sólo ha causado daño a los docentes, sino y fundamentalmente a los niños y jóvenes y por consiguiente al progreso y a la justicia social de nuestra nación.
Entonces…, EL PARO no sólo ES JUSTO, ES LEGÍTIMO!!!
Fraternalmente,
Álvaro Argote Muñoz
Concejal de Bogotá
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