En este mes celebramos la importancia de la herencia africana para la construcción de nuestro país. Este significado es real y evidente en todos los campos: social, económico, cultural y político. También es evidente que la sociedad y el Estado han desconocido estos históricos aportes, han sido indiferentes y han acrecentando la pobreza del pueblo afrodescendiente, mediante la discriminación, la segregación y la exclusión, consolidando el racismo en Colombia.
Es la hora de la unidad y la fortaleza organizativa de la comunidad afrodescendiente, para exigir la igualdad de derechos, para frenar la persecución -asesinatos selectivos despojo y desplazamiento- al pueblo afro, para obligar a la inclusión afirmativa en todas las acciones y ejecuciones de las políticas públicas en todos los sectores de la administración pública de Bogotá, para nuestro caso.
Debemos destacar también que el pueblo afro, aparte de la discriminación y exclusión ha sido sujeto del desplazamiento y despojo forzado de sus tierras, víctima de primer orden de la guerra interna del país y, en consecuencia, la deuda histórica de reconocimiento, justicia y reparación es aún mayor. Para avanzar efectivamente debemos fortalecer nuestra unidad interna, deponer algunas contradicciones endógenas que son menores y, consolidar nuestras organizaciones, así potenciaremos nuestra lucha y haremos reconocer el Poder Negro.
Todas y todos tenemos iguales derechos, somos seres humanos iguales y pertenecemos a la misma y única raza, La raza humana!!!
ÁLVARO ARGOTE MUÑOZ
Concejal de Bogotá
Militante de la causa afro