Los incendios ocurridos en la Amazonía y en Australia, los que ha sufrido Colombia en la Sierra Nevada, La Macarena, Quetame, el Parque Nacional Natural El Tuparro, y los de Bogotá en el páramo de Sumapaz o el Humedal Tibanica son evidencia del impacto del accionar del ser humano en los ecosistemas. Esto sumado a la sobreexplotación de la naturaleza que están poniendo en peligro la biodiversidad del mundo. De acuerdo a las Naciones Unidas, casi una cuarta parte de todas las especies corren actualmente el riesgo de extinguirse en las próximas décadas.
Hoy, Día Mundial de la Vida Silvestre, se hace imperativo que cambiemos nuestra relación frente a las demás formas de vida y asumamos el compromiso para garantizar el sostenimiento de todas las formas de vida. Este día es la oportunidad para recordar la necesidad urgente de combatir los delitos contra la naturaleza, que tienen consecuencias en el ámbito económico, medioambiental y social de la humanidad.
Bogotá tiene el deber de construir un Plan Distrital de Desarrollo que proteja la biodiversidad de la ciudad y que resguarde su Estructura Ecológica Principal. La hoja de ruta de estos próximos cuatro años debe estar consonancia con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 15, que tiene como meta el detener la pérdida de biodiversidad.
El Día de la Vida Silvestre fue proclamado por las Naciones Unidas, desde el 2013, con el objetivo de celebrar la diversidad de la flora y la fauna salvajes, y concientizar a la población de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para el ecosistema. Para este 2020, tiene como lema "Garantizar el sostenimiento de la vida en la Tierra", entendiendo la importancia de todas las especies de animales y plantas como componentes clave de la biodiversidad mundial.