Tras conocerse la adjudicación de otro multimillonario contrato a las empresas Transdev (Francia) y Fanalca para la compra y operación de más de 400 buses eléctricos en la localidad de Fontibón, el concejal Manuel Sarmiento expresó su preocupación porque el entusiasmo alrededor de las llamadas tecnologías limpias se use para continuar con el modelo de privatización del transporte público que tantos daños le ha causado a la ciudad.
“Frente a la crisis financiera que enfrenta Transmilenio, resulta urgente la creación del operador público como único mecanismo para romper la hegemonía de los operadores privados del sistema”, declaró el concejal Manuel Sarmiento del partido Dignidad. Como lo explicó el cabildante en su último debate frente a la atención del Covid en Bogotá, los operadores de Transmilenio continúan obteniendo multimillonarios ingresos en medio de la pandemia debido, entre otras cosas, a los más de 1,5 billones de pesos que el Distrito les transfirió del presupuesto público para pagar las tasas de ganancia pactadas en los contratos de concesión.
El contrato con Transdev y Fanalca fue adjudicado el pasado 16 de diciembre y firmado el 20 de enero de 2021, con lo que el conglomerado multinacional fortalece su presencia en la ciudad después de quedarse con los contratos del Portal del Tunal y el Transmicable de Ciudad Bolívar. “Es un error insistir en el fortalecimiento de los conglomerados privados de Transmilenio mediante la adjudicación acelerada de las zonas del SITP, la prioridad debe ser la creación del operador público y la operación de este en múltiples zonas de la ciudad”, advirtió el concejal de Dignidad.
El operador público de Transmilenio, aprobado en el Plan Distrital de Desarrollo de la alcaldesa Claudia López, debe crearse antes de junio del presente año, razón por la cual el concejal Manuel Sarmiento reclama la pronta publicación de los resultados del proceso. “Con el modelo Transmilenio se impuso una política de tarifas caras, mal servicio y altos subsidios del Distrito para asegurar las ganancias de unos pocos. La operación pública es un paso fundamental para cambiar el rumbo del modelo de transporte de Bogotá”, concluyó Sarmiento.
