La desnutrición crónica en Bogotá es más alta que la del promedio del país. El Dane mostró que durante el último trimestre, el 26% de los bogotanos tienen menos de 2 comidas al día.
Como si fuera poco, la Defensoría del Pueblo reveló que según los datos del informe de eventos para el periodo epidemiológico V de 2022 del Instituto Nacional de Salud, hoy en Bogotá se presentan 41 casos de desnutrición por cada 10.000 niños menores de 5 años.
Lo anterior ubica a Bogotá en el top 5 de ciudades de Colombia con mayor desnutrición, al mismo nivel de las regiones históricamente abandonadas por el estado como Vichada, Guaviare, La Guajira y Guainía.
La situación de urgencia frente al hambre en la ciudad es demasiado apremiante, aún cuando la Secretaría de Integración Social ha tenido uno de los presupuestos más altos de la ciudad en esta administración.
A pesar de los constantes llamados de atención a esta problemática, la SDIS continúa incumpliendo los acuerdos y presentando las mismas fallas que he venido denunciando. Por eso, a raíz de este debate instalamos la Subcomisión de Vigilancia y Control a los programas de Integración Social para hacer una revisión minuciosa de lo que está pasando.
COMEDORES
Si bien las raciones de comida caliente son un aporte del 40 % del valor nutricional diario de una persona, los testimonios de la ciudadanía dan cuenta que la realidad es que para muchos de ellos, representa el único plato de comida con el que pueden subsistir.
Tristemente, desde el 10 de mayo se están cerrando los comedores comunitarios, cumpliendo más de 4 meses sin operar y dejando a más de 41 mil personas afectadas en riesgo de inseguridad alimentaria.
A la fecha, seguimos esperando el funcionamiento de los comedores comunitarios que ya fueron adjudicados en el Proceso Competitivo SDIS-DCT 092-005-2022. Y como si fuera poco, de los 108 procesos contemplados, 16 se declararon desiertos dejando a 4.400 personas en una situación latente de no recibir atención.
Lo que quiere decir que estamos cerca de llegar a medio año sin comedores comunitarios. ¿Qué está haciendo ésta Administración, sino es expandir las brechas de desigualdad social por sus malas prácticas de planeación?
Y mientras tanto, las soluciones parciales como las canastas contingentes que se están repartiendo, no suministran la calidad nutricional que sí brindan las raciones de comida caliente. ¿Qué podemos decir de los Mercados de 1 lata de atún y 6 huevos para 7 días?
DISCAPACIDAD
En lo que respecta a la comunidad con discapacidad, se siguen presentando irregularidades entorno a la entrega y canje de los bonos.
Los precios en los almacenes de cadena están por los cielos, cobran 50 mil pesos por un tarro de aceite. Esto es inaudito, es casi la tercera parte del valor del bono. Tengo presente otro caso donde le cobraron 5.000 pesos a un beneficiario por dos tomates y casos de almacenes donde se presenta desabastecimiento.
Entre tanto, las madres cuidadoras y las personas con discapacidad siguen recibiendo el mismo bono por 180 mil pesos desde hace más de 4 años. Se les estancó el ingreso pero los precios de la canasta básica no dejan de subir. Integración Social no ha hecho nada al respecto, no hay voluntad política.
Persisten las denuncias sobre las fuertes situaciones de exclusión. Me indigna decir que permanecen las filas exclusivas, que están siendo usadas para marginalizar a las personas con discapacidad que van a redimir sus bonos en vez de garantizar la prioridad en el acceso.
Y como si fuera poco, los almacenes de cadena siguen seleccionando la comida que en algunos casos, como lo demostré, se encuentran en mal estado. ¡ Ya no más maltratos a las personas con discapacidad y sus cuidadores!
La comunidad necesita saber en qué estado se encuentra la transición a transferencias monetarias los beneficiarios pueden conseguir sus alimentos en lugares donde los precios son mucho más bajos y accesibles, y donde no son estigmatizados.
La estigmatización y marginalización no solo la viven las personas con discapacidad, las maestras pasan por algo similar actualmente.
MAESTRAS
El pasado viernes 19 de agosto las maestras realizaron un plantón frente a la Secretaría de Integración Social para tener una información clara frente a los procesos de contratación.
Estas mujeres y hombres están siendo maltratados laboralmente, ellos mismos me han denunciado que son perseguidos por denunciar las irregularidades en los jardines, ¡tienen miedo de perder su trabajo!, además de haber prestado el servicio sin tener alguna remuneración por más de tres meses.
Y no es solo eso, en muchas ocasiones han tenido que hacer funciones por las que no se han contratado, perifoneo para buscar niños para garantizar la meta de cobertura, ir a entregar mercados los fines de semana porque el supervisor del contrato se los pide.
También, verse expuestas a cumplir horas extras, tener una remuneración cuestionable e incluso verse presionadas para hacer favores políticos para que las contraten. Secretaria, le pido que no siga con los abusos a las maestras y maestros.
Como lo he venido denunciando las maestras están contratadas de forma ilegal, ya que tienen un plan de trabajo, cumplen horario y se constituye dentro de sus funciones un contrato realidad.
Las maestras y maestros merecen ser contratados de manera formal y digna con sus respectivas prestaciones sociales y la garantía de una remuneración mensual y oportuna.
Finalmente, la administración tiene la planta profesional suficiente para planear y ejecutar los proyectos por los que esta alcaldía decidió apostar, pero no lo está haciendo bien por cuenta de su indebida planeación.
Por esa irregularidades en la planeación personas vulnerables se quedaron sin una comida digna, algunas por el cierre de los comedores y otras por la no entrega de la bonos de discapacidad, aunado a que las maestras no tuvieron remuneración oportuna y digna.
Juan Baena.
Concejal de Bogotá
Nuevo Liberalismo
