"Los cuerpos de agua de Bogotá necesitan ser re-naturalizados y vitalizados, no ser un objeto víctima del desarrollo" Ati Quigua
Estoy honrada de recibir la invitación de SINTRAEMSDES Nacional a moderar este importante panel en el séptimo Foro Nacional e Internacional denominado “Agua, Medio Ambiente y Servicios Públicos” promoviendo al agua como eje para la planeación y el ordenamiento del territorio. Sin duda, entender la profunda relación de las comunidades con los cuerpos hídricos, la prevalencia de las culturas anfibias y los saberes ancestrales para reconciliar la sociedad de Bogotá con el agua, es un asunto trascendental para nuestra ciudad y para Colombia.
En ese sentido, es importante recalcar la participación de SINTRAEMSDES como organización sindical democrática y progresista, que propone la unidad de los trabajadores colombianos, sin distinción de razas, credo religioso, ideas filosóficas o militancia política, en la lucha por la plena independencia nacional, las libertades democráticas, la justicia, el respeto a los derechos humanos. De igual forma, reconocer a Censat Agua-Viva como una organización ambientalista que propende por la construcción de la justicia ambiental, trabaja en defensa de los territorios junto a las comunidades y organizaciones.
Estamos en un momento político en el cual es necesario mantener vivo y activo el movimiento popular en defensa del agua y la vida, como impulsor de las políticas públicas es una necesidad continua que no da espera.
En ese sentido, comparto plenamente que es necesario reinterpretar la idea de los servicios públicos y su relación con el agua, más allá de una relación servicio - usuario, para entenderla como una relación de habitante - territorio que inciden mutuamente y cuyo vínculo es eje de las culturas del agua y el ordenamiento territorial armonizado con la naturaleza. En ese orden, invito a superar la visión del agua como un mero recurso, para entenderla como eje de ordenamiento territorial en clave de patrimonio material e inmaterial y como un ser vivo, sujeto de derechos; para así, considerar también la participación de las comunidades anfibias en clave de este vínculo y del ejercicio pleno del derecho a la ciudad.
Por esto, es indispensable reconocer nuestras trayectorias y logros en relación a un tema que debe ser protagónico al pensarse el gobierno de nuestra ciudad y de nuestros territorios nacionales, especialmente, en un contexto electoral.
Recuerdo cómo el primer gran esfuerzo en esa dirección, fue la promoción en el año 2008 del Referendo del Agua, en el que participaron 1.255 organizaciones sociales y 236 mil personas firmantes de la propuesta. Más adelante, la política pública del agua propuesta en el 2008, fue materializada mediante el Plan Distrital del Agua (PDA), adoptado por el Decreto 485 de 2011. Uno de los aportes centrales del Plan Distrital del Agua ha sido la asignación de un Mínimo Vital de agua potable a las poblaciones pertenecientes a los estratos 1 y 2 del Distrito, el cual correspondió a 6 metros cúbicos por hogar, garantizando a 785.848 familias el acceso al agua como derecho fundamental.
Otro importante hito fue, la elaboración del Acuerdo Distrital 806 de 2021, por medio del cual se estableció Bacatá Hidrópolis; y en el que se propuso un modelo de ciudad - región. Mediante este acuerdo, consolidamos el acceso al agua como un derecho universal y un fundamento del derecho universal al hábitat en entornos saludables. En ese sentido, la territorialización de la gestión del agua que propone Bacatá Hidrópolis, se traduce en una propuesta de gobernanza de base comunitaria, que incluye la obligación de producir hidro-entornos. Por lo tanto, es importante renovar y revisar estos importantes avances, como el mínimo vital, el acceso al agua, entendido como derecho, el fortalecimiento de los hidro-entornos, y la gestión comunitaria del agua. Teniendo en cuenta lo anterior, deseamos que se tengan en cuenta las expresiones de los entes territoriales, como el Concejo de Bogotá, al momento de discutir la reforma nacional de los servicios públicos, toda vez que, no debe permitirse que exista una regresividad en cuanto a los derechos de los servicios públicos alcanzados.
Para terminar, esperamos que este escenario contribuya a nutrir las discusiones y fortalezca la unidad de la agenda por la defensa del agua en clave de la bio-culturalidad, el derecho a la ciudad y la reconciliación de Bogotá con los ciclos y necesidades del agua como ser vivo sujeto de derechos.
Página web: https://atiquigua.co/
