Posicionarse en la vanguardia del desarrollo sostenible es un reto que todos los bogotanos tenemos, la cantidad de material aprovechable que se sigue desperdiciando en la capital es alarmante.
En los hogares no se está haciendo uso del reciclaje, el Ministerio de Ambiente, informó que tan solo el 14% de los residuos se reciclan y según la Superintendencia de Servicios el 78% de los ciudadanos no hace uso de las 3R, reducir, reciclar y reutilizar y aunque la entidad afirma que en el 2018 se aprovecharon 767.137 toneladas de residuos en Colombia, pareciera que la cifra se estanca, ya que existe incremento de materia prima pero no se hace uso de los materiales preexistentes.
Recordemos que los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en su objetivo de producción y consumo sostenibles, nos trazó una ambiciosa meta para que, al año 2030, tengamos que reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividad de prevención, reducción, reciclado y reutilización
Países como España encuentran salida al cambio climático y el cuidado del ambiente en la vanguardia del desarrollo sostenible, este año batieron el récord de reciclaje de vidrio, “es bueno que sigamos la imagen de estos países, el manejo de contenedores verdes en las calles para los vidrios y plásticos es elemental. España por ejemplo, se propuso como meta aumentar el reciclaje en un 85% para el 2025. Nosotros también tenemos que ir encaminados en esa línea”. infiere el Concejal.
Asimismo, el papel de los recicladores y las empresas ecoambientales es un tema que debe ir enlazado para que la Alcaldía pueda apoyar la iniciativa de empresas privadas que buscan direccionar y empoderar la labor del reciclaje pero, así mismo, prestar atención a las familias de recicladores logrando implementar la seguridad y el pago digno de quienes llevan en esta actividad en varios años.
“No puede ser una batalla entre trabajador y productor, al reciclador hay que apoyarlo y co-relacionarlo con la empresa privada que busca ejecutar funciones e incrementar la reutilización de productos como el vidrio, el plástico, el papel, entre otros”.
Bogotá tiene que trazar una línea que direccione políticas públicas de ambiente y que aumenten la responsabilidad y la cultura de los ciudadanos, garantizando las buenas condiciones de los recicladores y optimizando sus funciones enlazadas a nuevas alternativas de desarrollo sostenible.