1. Venta del Patrimonio Público, acumulado durante más de 100 años y que tiene un valor estratégico, como es el sector de las telecomunicaciones venta de la ETB a los monopolios internacionales de las telecomunicaciones, que quieren su plataforma tecnológica que ellos no tienen, sin importar además las utilidades financieras que ha generado y genera para Bogotá, venta de las acciones que la Empresa de Energía de Bogotá tenía en Isagén, venta del 20% de acciones de la EEB, perdiendo el control de socio mayoritario.
2. Endurecimiento de toda la reserva ambiental de la ciudad: construcciones en la Reserva Vander Hammen, Lagos de Torca, Bosque de San Carlos, Bosque de Bavaria, pavimentación de los bordes del Río Bogotá y de todos los humedales, pavimentación en los bordes medios de los Cerros Orientales.
3. Entrega a particulares de los Hospitales Públicos o sus servicios, Colegios Oficiales, las vías y espacios públicos, todo para negocios de privados.
4. Continuación de la movilidad con el fracasado Sistema de TM y la iniciación de una línea de Metro Elevado, que aparte de las inconsistencias legales es totalmente inconveniente y de un histórico daño social, deberíamos invocar la intervención de una comisión Nacional e Internacional de expertos técnicos, que orienten la mejor alternativa y evitar errores históricos. La movilidad requiere soluciones acertadas por encima de los negocios y de la carga ideológica y política. La movilidad masiva de los Bogotanos tiene que ser subterránea, no interferida por la movilidad a superficie, interrumpida por miles de intersecciones, imaginemos esta ciudad con unas 6 líneas de metro elevado, un desastre.
5. Deja endeudada la ciudad para los próximos 26 años, sin exageraciones, en los seis gobiernos anteriores: Antanas, Peñalosa, Antanas, Garzón, Moreno y Petro, endeudaron a Bogotá en 8 billones de pesos y, ahora en dos años de este gobierno de Peñalosa se endeuda la ciudad en 16 billones de pesos, el doble de todos los gobiernos mencionados.
6. Hacer el Ordenamiento de la ciudad POT en las oficinas de los grandes constructores y los dueños presentes y futuros de los mega negocios, sin contar para nada con la participación ciudadana a través de los Consejos Locales y el Consejo Territorial de Planeación y menos la Comunidad Ambientalista y la Comunidad Académica, que atienda la Estructura Ecológica Principal y el Agua como eje estructurante y todas las políticas de conservación y preservación ambiental y para enfrentar el calentamiento global.
7. Desmonte progresivo de todas las políticas sociales de anteriores gobiernos en beneficio de los sectores más desprotegidos: Mujer y género, jóvenes NI NI, ni educación ni oportunidades laborales, personas en condición de discapacidad, pueblos étnicos afrodescendientes e indígenas residentes en Bogotá, población LGBTI. Lo dice el DANE en los 2 años actuales de Gobierno Peñalosa aumentó el índice de pobreza y exclusión, aumentó el desempleo, sin desconocer la política de exterminio de la población en abandono que habita en las calles y la persecución a la economía informal y popular emprendida por este gobierno.
8. El derecho a la seguridad ciudadana en serio deterioro, con una Secretaría con malos resultados, que no persigue a las mafias, que judicializa la protesta legítima, con un componente altamente represivo y sin ninguna política social para los jóvenes de las familias de escasos recursos económicos que con angustia encuentran que a sus hijos de los lleva la delincuencia y las redes del narcotráfico.
Este es el desastre de esta ciudad a manos de Peñalosa, por el que política e históricamente tiene que responder la mayoría de este Concejo de Bogotá, cómplice directo de estas decisiones.
ALVARO ARGOTE MUÑOZ
Concejal de Bogotá
Polo Democrático Alternativo
Bogotá, Octubre 30 de 2017.