Conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que nos recuerda que la Violencia contra las mujeres no se limita en lo que conocemos por noticias, sino que tiene que ver con una memoria histórica desde la imposición de sistemas patriarcales, la pérdida de tierras ancestrales y la explotación de recursos naturales muy propio de la colonización que introdujo estructuras de poder que marginaron a las mujeres y las sometieron a nuevas formas de violencia y opresión. Esta historia ha exacerbado las desigualdades de género y la violencia hasta nuestra actualidad.
“Huarmi Allpa Ushaypa” que traduce "mujer territorio de vida". Quiero resaltar que las mujeres en nuestro sistema de conocimiento son quienes tienen la conexión profunda y sagrada con la tierra y su entorno, son quienes desde su liderazgo procuran la resiliencia y la cohesión en nuestras comunidades y sus voces como mayoras incluyen la continuidad de la enseñanza y la cosmovisión de nuestros pueblos.
Quiero detenerme por un momento para resaltar la particularidad de las mujeres étnicas en Bogotá y en toda Colombia ya que han enfrentado históricamente múltiples formas de violencia y discriminación, ensañadas por la colonización, las mujeres han sufrido históricamente violencia no solo física, sino también cultural y estructural. Es por eso que hago un llamado a la importancia de que las mujeres etnicas sean reconocidas como portadoras de la herencia cultural y de conocimientos ancestrales, a menudo se encuentran en una posición de vulnerabilidad y victimización debido a su origen, el género y condición socioeconómica.
Necesitamos más presupuesto que permita mantener y ampliar el alcance de programas, líneas de atención y casas refugio con enfoque étnico. Fortalecer la capacitación de la Policía, comisarías de familias, entornos educativos y laborales y así mismo los espacios comunitarios como la Consejería Distrital de Mujeres Indígenas para atender y orientar los casos de violencia de género fomentando la enseñanza y promoción de relaciones igualitarias y libres de violencia.
Es de vital importancia la atención al espacio público Invertir en iluminación, cámaras de seguridad y transporte positivo para las mujeres, redes de cuidado y de apoyo de Mujeres étnicas. El fortalecimiento administrativo y judicial que brinde asesoría psicológica de manera permanente a las mujeres violentadas y sus familias y los procesos judiciales que de verdad sean eficaces y reparadores para proteger a las mujeres y familias.
Pero además invito a deconstruir las dinámicas históricas de violencia, la idea de imponerse sobre los demás son prácticas que continúan afectando a todos y principalmente a las mujeres. La normalización de ciertas prácticas machista destruye la herencia cultural y tradicional de las mujeres.
Mi invitación a que se reconozcan que los pueblos indígenas y comunidades étnicas tenemos mucho que aportar desde nuestra ancestralidad en el reconocimiento y respecto que le damos al cuidado de la vida, la naturaleza y a las formas de representación de nuestras mujeres líderesas que juegan un papel importante en la toma de decisiones y la organización social que son el sustento de nuestra pervivencia en la modernidad.
Por último, necesitamos seguir fortaleciendo acciones que combatan la violencia, respetando y valorando la identidad cultural de las mujeres con pertenencia étnica. Solo a través de un enfoque inclusivo y participativo se podrá avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.