En el día para conmemorar la importancia del río Bogotá como eje de la ciudad el concejal Julián Rodríguez Sastoque, advirtió sobre las amenazas que que corre el afluente debido a los retrasos y las fallas que presentan las obras destinadas a su descontaminación.
El análisis de las condiciones físico químicas del río Bogotá arroja datos preocupantes. Por el informe de la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA), derivado del Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos, las mediciones en parámetros como el oxígeno disuelto y la demanda química y biológica de oxigeno generan alerta en diferentes tramos de los afluentes principales de río Bogota, como el río Torca, de la calle 100 hasta la desembocadura; río Salitre, de la avenida 68 a la Desembocadura del río Juan Amarillo y río Tunjuelo, de la Desembocadura de Gran Yomasa a la desembocadura del río Tunjuelo.
“Hay una mejora en algunos parámetros, pero en otros no se ha podido hacer mucho. El Distrito ha hecho unos esfuerzos importantes por recuperar el ecosistema, que debería ser por excelencia un bosque ripario, un bosque alto andino en la cuenca del río Bogotá, que desafortunadamente las dinámicas urbanas o las acciones que se dan por parte del humano en la historia de nuestros ciudad, pues hoy tenemos una prevalencia de rastrojos, de matorrales, de pastizales y de urbe que no corresponden a un bosque ripario, fundamental para las relaciones ecológicas y la conservación de especies de fauna importantes”, explicó el concejal.
Sumado a lo anterior, por las fallas en la gestión del Centro de Gerenciamiento de Residuos (CGR), operador de Doña Juana, un gran caudal de lixiviados no tratados llegan al tramo dos del río Tunjuelo, superando los límites máximos permitidos por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) dado que, las unidades operarias que componen las líneas de tratamiento del sistema de lixiviados no cumplen con él porcentajes de remoción eficientes para todos los parámetros fisicoquímicos.
“La responsabilidad infinita que tiene CGR en la contaminación del río Bogotá. Hoy hay que decirlo con absoluta claridad, el operador del relleno sanitario Doña Juan ha sido una verdadera tragedia para la necesidad y la agenda pública y política de la ciudad de recuperar la calidad del río Bogotá”, advirtió el concejal.
La PTAR Salitre opera a media marcha
El panorama de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Salitre no es alentador. El proyecto no cumple con lo prometido y en cambio, agrava la situación del río Bogotá. La operación a media marcha de la Planta ha sido objeto del ejercicio de control político del concejal Rodríguez Sastoque.
La optimización de la PTAR fue diseñada para la reducción de estados críticos en los parámetros fisicoquímicos asociados a la calidad del agua, pero el incumplimiento en la disponibilidad de maquinaria y operación implica que no opera con las eficiencias para la cual fue diseñada y que al río Bogotá llegan cargas contaminantes que están dentro de los limites máximos permisibles establecidos por la normativa, pero no cumplen con los parámetros iniciales del diseño.
Precisamente, en visita del 27 de enero de 2023, el concejal de la Alianza Verde y su equipo técnico encontraron una serie de problemas en la PTAR, de manera particular en la maquinaria:
- A la fecha, la EAAB no ha recibido ningún equipo o máquina por parte del consorcio. En primera medida debería recibirlos la CAR porque es la contratante.
- Por orden judicial la EAAB asumió la operación sin la entrega formal y asumiendo la obligación de realizar los mantenimientos preventivos y correctivos, sin contar con las provisiones de repuestos, insumos, químicos y todo lo necesario para su funcionamiento.
- Con corte al 31 de enero de 2023 se encontró que, de un total de 40 equipos hay 16 en pésimas condiciones y otros 14 en condición regular.
Por el informe de la EAAB también se evidenció que, el sistema de desodorización no funciona, las barandas de la zona de pretratamiento están en muy mal estado y las puertas de los edificios operativos se están desprendiendo debido a su alto estado de oxidación, lo que representa un riesgo laboral para los operadores.
¿Qué pasa con la Estación Elevadora Canoas?
La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Canoas está a cargo del Consorcio Greeley Hansen – Integral PTAR Canoas, con un presupuesto estimado de $13.781.113.549 para ejecutar en 28 meses. Contará con la capacidad de tratar el 70% de las aguas residuales producidas en Bogotá, así como la totalidad de las aguas residuales producidas en Soacha, el 30% restante de las aguas residuales de la ciudad de Bogotá son tratadas por la PTAR Salitre.
De acuerdo con el seguimiento que el concejal ha hecho a la obra y basado en el a partir informe de gestión de interventoría de la obra (Ayesta Ingeniería), con corte 31 de marzo de 2023, el consorcio contratista ha incurrido en múltiples incumplimientos relacionados con siete hitos: la construcción del 100% del pozo de cribado, de la estructura de cubierta y soporte del puente grúa, de la subestación, red de media y baja tensión, del pozo de bombeo, del edificio eléctrico y de control y de la tubería de descarga, estructura de repartición y conducciones; el suministro e instalación de los equipos electromecánicos del pozo de cribado.
Dicho lo anterior, hay cuestionamientos sobre la fecha de entrega de la obra, el plazo inicial para la entrega era de 44 meses y se incumplió, pese a los múltiples atrasos del consorcio constructor, la EAAB decidió prorrogar el plazo de ejecución del contrato por 345 días calendario, que se vencen el 5 de noviembre de 2023.
Cabe anotar que, las obras de ingeniería son de suma importancia para cuidar uno de los afluentes más importantes de la región, de allí que el concejal Rodríguez Sastoque, mantendrá un ejercicio permanente de seguimiento a las acciones para su recuperación.
