Con fundamento en el estudio “Evaluación del impacto del relleno sanitario Doña Juana en la salud de grupos poblacionales en su área de influencia”, el concejal del Polo demostró que sí existen estudios epidemiológicos que muestran efectos negativos en la salud, sobre todo de niños y adultos mayores, por cuenta de la existencia del relleno.
“Se evidenció que los niños que viven en las comunidades cercanas al RSDJ, cuando se comparan con otros que residen en un área distante o zona control: 1) presentaron valores más bajos en todos sus índices de peso y talla y un deterioro en la velocidad de crecimiento en términos del peso para la talla; 2) presentan con mayor frecuencia síntomas de tipo irritativo (…) Los adultos mayores de 50 años que viven cerca del RSDJ al ser comparados con los de la zona control tuvieron: 1) más síntomas respiratorios, y episodios clínicos de enfermedad pulmonar más severos y crónicos; 2) menor flujo espiratorio pico y una tendencia a disminuir su función pulmonar; 3) deterioro de su calidad de vida en lo concerniente a sus funciones físicas.” señala el estudio citado por el cabildante.
Sarmiento rechazó además las intenciones declaradas por el alcalde Enrique Peñalosa de adquirir predios para de ampliar el relleno sanitario Doña Juana, incluso por la fuerza, en inmediaciones de las veredas Mochuelo Alto y Bajo de la localidad de Ciudad Bolívar. “Peñalosa recurre de nuevo a la mentira para justificar su intención de extender indefinidamente el negociado de Doña Juana y en vez de atender los justos reclamos de la comunidad, le envía el ESMAD a los campesinos y los amenaza con expropiarlos. Este es definitivamente un gobierno que menosprecia a la comunidad”, afirmó.
El concejal del Polo calificó como un absurdo que, ante las indignas condiciones que padecen las comunidades de las localidades de Usme y Ciudad Bolívar por la pésima operación de Doña Juana, la solución del alcalde Peñalosa sea aumentar la tarifa y extender la vida útil del relleno por 50 años más. “Es inaudito que Peñalosa siga siendo duro con la gente y complaciente con los poderosos, ignorando la recomendación de la Universidad Nacional de implementar alternativas tecnológicas de aprovechamiento como los procesos térmicos, que según este centro de estudios son más recomendados para Bogotá, tienen menor impacto ambiental y afectan menos a la población”.