pues además de sabotearlo por todos los medios, desechó las advertencias de varios expertos, incluido el hoy Secretario Juan Pablo Bocarejo, de construir una red de metros como eje estructurante de la movilidad de Bogotá. Hoy, la administración distrital pretende inundar la ciudad con 12 nuevas troncales de Transmilenio que tendrán un costo de $28 billones.
El cabildante demostró que Peñalosa ha mentido más de una vez respecto al metro, pues afirmó un su plan de gobierno y en campaña que solo tomaría tres meses para ajustar los estudios y que “la licitación se abriría antes de que termine el 2016” (goo.gl/J2QOKY). Hoy el Gobierno Distrital reconoce que la licitación estará lista hasta finales de 2017 (goo.gl/6Fsc9v), un año después de la fecha prometida por el mandatario, y que puede alargarse debido a que se deben contratar estudios adicionales por un valor de $23.000 millones.
En el debate, Sarmiento denunció además los posibles desgreños financieros a los que podrían estar expuestos los estudios contratados por la administración Peñalosa, pues a pesar de las advertencias de entes expertos como la Sociedad Colombia de Geotecnia (http://bit.ly/1qKnx9u) sobre la necesidad de hacer nuevos estudios de suelos para el metro elevado, ha decidido acomodar a la fuerza los insumos existentes para el metro subterráneo a su proyecto de viaducto usando para la contratación la modalidad de pago por gastos reembolsables para una parte del proyecto, modalidad conocida por ser empleada en el multimillonario robo en el caso Reficar.
“Con estudios contratados a dedo y a escondidas, Peñalosa impone un metro elevado que antes le parecía feo, pero que hoy resulta perfecto para inundar la ciudad con Transmilenios. Tenemos el deber como bogotanos de detener el daño que esta administración puede hacer no solo a la primera línea, sino a la posibilidad de tener en el futuro una red de metros en Bogotá”, concluyó el concejal del Polo