También hizo un llamado para que haya resultados inmediatos frente a la ejecución de las obras de infraestructura en movilidad que requiere la ciudad, pues no se puede seguir en diagnósticos y estudios, la comunidad y la capital necesitan efectividad en la realización de estos proyectos, como la renovación de los buses y la construcción del Metro, bien sea subterráneo o elevado, pero que sean una realidad.
Durante su intervención el cabildante del partido liberal reveló que según el indicador de calidad del aire de la Secretaría Distrital de Ambiente para el año 2016, dentro de las fuentes móviles que contribuyen negativamente a la concentración de material particular inferior a 10 micras en Bogotá, se encuentra el servicio troncal y zonal del sistema de transporte público, el cual tiene una participación porcentual del 9.8% dentro del total que generan este tipo de fuentes.
Cualquier política, iniciativa o gestión que se realice desde la Administración para reducir de manera sustancial el aporte negativo en materia de contaminación del aire, es necesaria y pertinente para contribuir al mejoramiento de la salud, especialmente de nuestros niños y adultos mayores, quienes son los más afectados en cuanto a las enfermedades respiratorias.
El Concejal advirtió que el parque automotor con tipo de combustible DIÉSEL en Bogotá según la Secretaría Distrital de Ambiente y el registro distrital automotor entre 2007 y 2017 prácticamente se ha triplicado, lo que hace reflexionar y estimar que las medidas tomadas por la Administración Distrital en cuanto a la flota del sistema de transporte público no son suficientes, pero sí muy necesarias, para mitigar los problemas en la salud pública que generan las fuentes móviles en materia de contaminación del aire, y que las instituciones competentes deben reforzar la normativa respecto al uso de este tipo de combustible. En países desarrollados el combustible DIÉSEL dejo de utilizarse hace 18 años.
Por otro lado, mencionó que la dignidad humana es fundamental a la hora de hacer uso de los medios de transporte masivo como lo es Transmilenio, pues se le debe dar más importancia y sentido humano a aquellas personas que diariamente se transportan en estos buses. El problema es la congestión, la incomodidad y la falta de frecuencia, según estudios Transmilenio tiene 8 pasajeros por metro cuadrado, razón por la cual debe haber mayor cantidad de articulados y biarticulados en la ciudad que permitan transportar las personas en condiciones verdaderamente humanas.