“la realidad es peor, porque la medición del DANE está calculada para maquillar la problemática al considerar que una persona no es pobre si sus ingresos mensuales superan los 241 mil pesos”, afirmó el concejal Manuel Sarmiento.
La pobreza monetaria, que mide los ingresos, pasó de 10.4% en 2015 a 11.6% en 2016, alcanzando el mismo nivel del año 2012. La pobreza multidimensional, que mide las condiciones de vida de las familias, pasó de 4.7% a 5.9%, siendo Bogotá la única región en Colombia en la que este indicador aumentó.
“Estos son los resultados de las políticas de Santos y Peñalosa, en las que priman los intereses de los cacaos nacionales y extranjeros y que atentan contra los intereses de los sectores populares y las capas medias. Lo peor de esto es que Peñalosa insiste en estas políticas con medidas como el aumento de las tarifas de Transmilenio”, concluyó Sarmiento.