Desde hace muchos años crece la incertidumbre en Bogotá a raíz de la falta de oportunidades en materia de empleabilidad para la población la juvenil. Principalmente, para aquellas poblaciones vulnerables que, al no tener una opción de trabajo, optan por sumergirse en actividades poco positivas como acciones delictivas o dedicarse desde muy temprana edad a vicios como el alcohol y las drogas.
Los jóvenes representan el 25 % de la población mundial en edad de trabajar y las decisiones que toman entre los 15 a los 24 años tienen consecuencias a largo plazo, sin embargo, constituyen el 40% del total de personas desempleadas en el mundo, sumado a los graves rezagos de la pandemia que afectó aún más los efectos de la desocupación juvenil con una tasa de desempleo hasta del 30,2% en Bogotá.
Y es que actualmente no hay claridad sobre los resultados y la sostenibilidad de algunas estrategias del Distrito destinados a incluir a la población juvenil al mercado laboral, como lo son programas como “Parceros” y “Empleo joven” que tienen como objetivo contribuir a la reducción del riesgo social de jóvenes entre los 18 y 28 años altamente vulnerables a través de su inclusión en dinámicas educativas, sociales y del cuidado del espacio público de Bogotá.
De la revisión realizada de los estudios previos del Distrito para estos programas, se logró advertir la focalización de algunas localidades ante necesidades Básicas Insatisfechas, sin embargo, se preguntó directamente por los avances de los jóvenes beneficiarios por localidad, y NO se suministró dicha información. En principio los estudios previos, tienen como fin determinar la necesidad que pretende satisfacer la entidad estatal y cuál es la mejor manera de hacerlo, por lo que puede priorizarse una Localidad sobre la otra.
Por otra parte, Se reporta un avance del 42%, sin embargo, no existe elemento probatorio que permita confrontar dicho porcentaje. En la vigencia 2021, se reportó un total de 91 contratos con cargo al proyecto 7863, por valor de $67.640.009.754, de los cuales se tomaron en la muestra 18 contratos cuyo valor asciende a $63.755.840.594, que equivale a 94,2%, respecto del valor del total de la contratación realizada con recursos del proyecto.
Respecto de la ejecución de estos contratos a partir del 17 de diciembre de 2021, a la fecha presentan rezago en el cumplimiento de las magnitudes especialmente por parte de la CCF Colsubsidio ya que, a un mes y 15 días de culminar, el plazo de ejecución del programa Empleo Joven aún, no llega al 50%.
Cuestionamientos como estos nos hacen pensar en que estos programas no tienen sostenibilidad plena en el tiempo, ya que tampoco hay una curva de empleo constante para los beneficiarios de los programas.
Desocupación y Salud Mental
Cabe mencionar que dados a los altos niveles de incertidumbre y presión social que produce el estar desempleado, muchos jóvenes tienen que atravesar por recurrentes trastornos como ansiedad y depresión. Es posible que algunos adolescentes denominados NINis (Ni estudian, Ni trabajan) hayan adoptado las conductas por problemas previos de salud mental.
La condición de los adolescentes «ninis» repercute en su estado de salud mental y tiene manifestaciones psicológicas negativas como baja autoestima, estados depresivos, insatisfacción frente a la realidad y hostilidad. De igual forma, las conductas suicidas pueden ser ocasionadas por la devaluación que estos adolescentes tienen de ellos mismos, debido a la ausencia de una estructura clara, coherente y sólida en sus vidas, teniendo en cuenta que los NINIS, quienes trabajan, y quienes estudian y trabajan tienen mayor riesgo de trastornos psiquiátricos por lo que hay que suministrarles las herramientas suficientes en todos los ámbitos.
Concejal de Bogotá