El concejal de Bogotá, José Cuesta Novoa, de la Colombia Humana - Pacto Histórico, convocó un debate de control político sobre la primera línea del metro de Bogotá, un proyecto marcado por #RetrasosSobrecostosYCorrupción. Durante el debate, Cuesta Novoa comparó el proyecto del metro de Medellín, que comenzó con un presupuesto de 580 millones de dólares y terminó costando 2.174 millones de dólares. En contraste, el proyecto de la Calle 26 en Bogotá, con un presupuesto inicial de 315.000 millones de pesos, ha acumulado sobrecostos que ascienden a 100 millones de dólares. Además, el proyecto de la Avenida 68, que está estrechamente relacionado con el desarrollo del metro, tenía un costo inicial estimado de 2,9 billones de pesos y se esperaba su finalización para el próximo año. Sin embargo, los sobrecostos podrían sumar hasta 2 billones de pesos adicionales.
El cabildante señaló que, en relación con los estudios de la primera fase de la Primera Línea del Metro de Bogotá (PLMB), la mayoría de ellos no presentan objeciones. Si bien, el 23% de los estudios restantes aún no cuentan con la condición de "no objetado". Según la interventoría, hasta el 30 de junio, el proyecto presenta una desviación de 226 días con respecto a la ruta crítica. Además, de los 16 diseños de las estaciones de la primera línea del metro, 15 están objetados, siendo la estación METRO 1 la única que cuenta con la aprobación correspondiente.
El concejal también aborda los retrasos en el traslado de redes, citando un informe de Soilmec Colombia fechado en julio de 2019. El informe indicaba que el primer reto para la alcaldía, relacionado con la primera línea del Metro, se estaba tratando con Codensa, ETB y Vanti (anteriormente Gas Natural). Los diseños debían comenzar a materializarse en el tercer trimestre de 2019. No obstante, mientras que el avance programado era del 34,73%, el avance real solo alcanzó el 14,80%, a pesar de que se había previsto que para el tercer trimestre de 2019 estos trabajos estarían completados.
Cuesta comentó acerca del deprimido de la Calle 72, cuya acta de inicio se firmó en septiembre de 2021 con una fecha de entrega prevista para abril de 2023. No obstante, 19 meses después y ya en 2024, el proyecto no se entregará a tiempo. El viaducto, que representa el componente más importante del proyecto (50,3% según el CONPES 3900), ha alcanzado apenas un avance del 14% y se encuentra en un estado crítico. En conclusión, el atraso en el viaducto, el componente clave del proyecto, es del 59%, según el informe de interventoría al 30 de junio de 2024.
En el desarrollo del debate, el cabildante hace una denuncia importante: La empresa del Metro de Bogotá contrató un consultor bajo la figura de Project Management Office (PMO), incorporando por primera vez esta figura en un proyecto de iniciativa pública. Sin embargo, surgieron irregularidades en el proceso. Aunque se había decidido que la firma encargada del PMO sería seleccionada a través de una licitación pública, el proceso se desvió y, finalmente, se optó por una asignación directa. Eso terminó generando un sobrecosto 1.048.223.400. ¿Qué ha sucedido con el PMO que costó a los bogotanos $90.888 millones? Este organismo fue contratado con la promesa de mejorar el proceso administrativo y proporcionar direccionamiento institucional al proyecto. Sin embargo, el PMO no ha cumplido con su función: atrasos en la ejecución de traslado de redes, sobrecostos y ha tenido más de 50 hallazgos disciplinarios con incidencia penal.
El cabildante abordó el estado crítico del proyecto de la Calle 72, cuya acta de inicio se firmó en septiembre de 2021 con una fecha de entrega inicial para abril de 2023. Sin embargo, 19 meses después y ya en 2024, el proyecto aún no estará listo a tiempo. El viaducto, que representa el 50,3% del proyecto según el CONPES 3900, solo ha avanzado un 14% y se encuentra en una situación alarmante. Esto implica un retraso del 59% en comparación con el cronograma previsto, según el informe de interventoría al 30 de junio de 2024.
Además, Cuesta denunció irregularidades en la contratación de un consultor bajo la figura de Project Management Office (PMO), una novedad en proyectos de iniciativa pública en Bogotá. Aunque se había establecido que la firma encargada del PMO se seleccionaría mediante una licitación pública, el proceso se desvió para optar por una asignación directa, lo que resultó en un sobrecosto de 1.048.223.400 pesos. El PMO, que costó a los bogotanos 90.888 millones de pesos, fue contratado con el objetivo de mejorar el proceso administrativo y proporcionar dirección institucional al proyecto. Sin embargo, ha fallado en cumplir sus funciones, como lo evidencian los atrasos en la ejecución de traslados de redes, los sobrecostos y más de 50 hallazgos disciplinarios con implicaciones penales.
En el cierre de su intervención, Cuesta Novoa planteó una pregunta fundamental: ¿Cuál será el impacto económico para Bogotá del cierre definitivo de la troncal Caracas entre la calle 11 Sur y la calle 80 durante un año? La Avenida Caracas necesitará aproximadamente 7.000 elementos prefabricados, que serán transportados desde Bosa al borde oriental utilizando alrededor de 2.000 tractomulas con camas bajas. Esta operación colapsará el carril mixto actual, que se prevé utilizar para desviar los buses BRT de Transmilenio. Según las estimaciones por localidad, sector económico y perfil económico de cada área, el impacto económico sería el siguiente: Mártires: 142.000 millones de pesos; Santa Fe: 2,1 billones de pesos; Teusaquillo: 1,9 billones de pesos; Chapinero: 12,5 billones de pesos; Barrios Unidos: 2,2 billones de pesos. En total, el costo para Bogotá del eventual cierre de la Troncal Caracas debido a la construcción de la Primera Línea del Metro sería de aproximadamente 5,1 billones de pesos.
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