La Comisión de Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial del Concejo de Bogotá continuó con el debate de control político sobre “El agua en Bogotá”, la concejala María Clara Name del Partido Alianza Verde, citante al debate, cuestionó enérgicamente a la administración sobre la gestión del agua en la ciudad durante 2023. Name preguntó: ¿por qué no se decretó una emergencia de racionamiento de agua a pesar de las conocidas condiciones de bajos niveles de los embalses, especialmente del sistema Chingaza?, y ¿por qué se tardó tanto en tomar medidas para evitar el racionamiento? También subrayó la falta de alertas tempranas y una respuesta más ágil por parte del Comité Hidrológico de la Sabana para prevenir la escasez de agua.
La cabildante María Clara Name, resaltó la falta de incentivos efectivos para el ahorro de agua y la gestión responsable del recurso hídrico, instando a la administración a detallar qué incentivos se darán a los bogotanos y en qué consisten. Además, expresó su preocupación por el proyecto Chingaza 2 debido a la ausencia de licencia ambiental y resoluciones necesarias para su implementación, enfatizando la necesidad de acatar las alertas sobre los volúmenes de abastecimiento y embalses.
Posteriormente, su compañero de bancada, el concejal Julián Espinosa, respaldó las preocupaciones de Name, sugiriendo la necesidad de gestiones con el gobierno nacional para garantizar el abastecimiento hídrico de Bogotá. Espinosa, destacó, que el sistema de ampliación propuesto podría tener un impacto ambiental menor y ser una solución viable.
Por su parte, Rubén Torrado, concejal del Partido de la U, criticó la inversión en campañas publicitarias sobre el manejo del recurso hídrico, instando a la administración a priorizar acciones concretas y efectivas en lugar de comunicación, cuestionando la necesidad de pautar en medios y solicitó explicaciones sobre cómo se mide el impacto de las campañas asociadas a la gestión del agua.
La concejala Donka Atanassova del Polo Democrático también intervino, subrayando los conflictos que deben ser resueltos a través de una planificación adecuada de la cuenca y la Sabana. Destacó la necesidad de mejorar la infraestructura para el almacenamiento de agua y abordar la contaminación de la cuenca del río.
De otro lado, la concejala Quena María Ribadeneira, del partido Polo Democrático, destacó el desarrollo desigual de los servicios públicos domiciliarios en diferentes comunidades de Bogotá. Denunció que algunas élites se han apropiado de los cerros para obtener acceso ilícito al agua y preguntó ¿cuánto más deben esperar las comunidades más vulnerables de Bogotá para que se reconozca su derecho legítimo al agua?
La concejala también abordó las falencias y dificultades de los acueductos comunitarios en términos de capacidad financiera, técnica, operativa y administrativa, así como los problemas con concesiones y conexiones. Ribadeneira cuestionó la situación real de los 29 acueductos comunitarios de Bogotá, destacando que, después de 40 años, más de dos millones y medio de personas en la ciudad no cuentan con el mínimo vital de agua.
Finalmente, la concejala Rocío Dussán del Polo Democrático, instó a la administración a tomar medidas urgentes para mitigar los problemas relacionados con la disponibilidad y calidad del agua, señalando la destrucción del ecosistema natural, la contaminación y la falta de inversión como principales factores.
En conclusión, llamaron a la administración y al Comité Hidrológico de la Sabana a implementar medidas de fondo para el cuidado del agua y la reducción del consumo consciente, mejorando la coordinación entre las instituciones responsables y adoptando una estrategia integral que garantice el abastecimiento sostenible del agua para todos los ciudadanos de Bogotá.
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