Igualmente, señalo que aunque existen algunos salones de carácter privado, en su mayoría estos escenarios son bienes públicos construidos por la comunidad y sus líderes, que de igual forma deben ser reglamentados y controlados por el Estado.
Para concluir el cabildante recordó, que en tanto que hay una historia de lucha de la comunidad por estos espacios de participación, debería existir una política pública para que estos salones no puedan ser entregados a privados. Al respecto, el Concejo de Bogotá podría tomar una decisión, a través de un Acuerdo de la ciudad, para decir que los salones comunales en ningún caso se entregarán a operadores particulares.