Hay muchos principios de la economía colaborativa que podrían funcionar y beneficiar al transporte público formal, si el Gobierno Nacional regulara estos servicios que tienen mercado y que, por la falta de esta, se está perdiendo una oportunidad.
Así lo manifestó el Concejal del Centro Democrático, Diego Molano Aponte, al referirse a la necesidad de actuar con miles de taxistas que prestan el servicio colectivo, no autorizado, cerca de las estaciones del Transmilenio cobrando $1.200 por persona para transportarlos a lugares cercanos.
“En economía colaborativo el tema de la regulación pronta para aprovechar esas posibilidades para el transporte público le ha cogido el tiempo al Gobierno Nacional y por supuesto trae efectos en el desarrollo en Bogotá ; hago un llamado de atención ya que hay mucho principios de economía colaborativa que pueden funcionar y beneficiar directamente a los taxistas que si son formales, cumplen un servicio, pagan por un cupo, y en donde las plataformas pueden colaborar para mejorar el servicio”, manifestó
Durante el debate sobre economía colaborativa en el transporte público que se llevó a cabo en el Concejo de la ciudad, Molano expresó que hay que reflexionar sobre esa oportunidad para mejorar el transporte público.
Molano le dijo al Secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo, que “si queremos menos carros en Bogotá y queremos una economía colaborativa se debería regular el servicio de taxi compartido; hay una necesidad de mercado y podríamos optimizar un servicio formal, pero si dejamos que solo se vaya a los carros individual y privados pues se afectaría mucho la ciudad”
“Es una realidad contundente lo que está pasando en el mundo, y es el incremento de usuarios de plataformas para este servicio de transporte”, aseguró.
El Concejal puso el ejemplo de países como Estonia donde, después de caer la cortina de hierro, se propuso ser líder en temas digitales y de economía compartida; allí, en la Capital, Tallin, no pelearon con las plataformas existentes, sino que crearon una plataforma más grande de las que existían, vinculando el servicio público.
“Es integrar, no luchar, es utilizar los conceptos de tecnología para fortalecer el sistema de transporte público de la ciudad centrado en el ciudadano” finalizó.