Como señaló el gestor de la Bancada Ambientalista del Concejo de Bogotá, y reiteraron quienes intervinieron de la comunidad, este pulmón ubicado en la localidad de Kennedy está amenazado por la construcción de la Avenida Villa Alsacia y un proyecto de renovación urbana de más de 14 mil apartamentos. “El Bosque Bavaria sí es un bosque. La Administración insiste en afirmar que solo es un predio para ‘Tratamiento de Renovación Urbana en la Modalidad de Redesarrollo’”, advirtió Ramírez.
La primera irregularidad está en que el Distrito no cuenta con un inventario propio sobre la fauna y flora del Bosque, sino que la Administración usa información parcial de las constructoras, destacando únicamente la cifra de 10.900 eucaliptos, cuando estas dieron a la comunidad la cifra de más de 23 mil árboles de diversas especies, incluyendo las nativas, de diferentes edades. El Bosque y el Humedal “Madre de Agua” albergan al menos 86 especies de flora y 35 de aves, además de insectos y anfibios.
El cabildante cuestionó que Peñalosa pretenda “redesarrollar y redensificar” allí, cuando la misma Secretaría de Ambiente le confirmó que Kennedy es la localidad con el más alto nivel de contaminación de Bogotá. “El Distrito posee una visión reduccionista de los servicios ambientales que prestan a la ciudad los recursos forestales ubicados en predios privados, como la capacidad de autodepuración de la contaminación, la recarga hídrica, la contemplación del paisaje y la recreación”, agregó.
Precisamente, sobre la vulneración al derecho constitucional a un ambiente sano que exige la participación ciudadana, la Administración se excusó en que la socialización solo se debe hacer con la empresa Bavaria por ser la propietaria del terreno donde está el Bosque. No obstante, “estos predios cumplen una función social y ecológica como lo expone el art. 58 de la Constitución Política”, replicó el también Concejal de la Familia, lo que requiere la participación previa, concertada y eficaz de la comunidad, y que el Distrito no ha facilitado.
“Ojalá Bavaria tuviera la ética ambiental suficiente para que su predio se entregara a la ciudad con el único fin de ampliar el Bosque. Eso sí es Responsabilidad Social Empresarial (…) ¡Y la Administración no es sincera con la ciudadanía! El redesarrollo y la redensificación deben hacerse en otros lugares donde no se desalojen familias ni se destruyan los recursos naturales”, concluyó Ramírez.
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