Bogotá cuenta con dos grandes mataderos, el Frigorífico Guadalupe y el San Martín, estas suministran el 75 % de la carne que consume el Distrito Capital, estimada en 241.718 toneladas al año.
A su vez, por cada dos mataderos legales que funcionan en el Departamento, se estima que hay uno clandestino; establecimientos que no cuentan con la salubridad necesaria y el debido control que requiere la manipulación de alimentos.
Sin embargo, la Administración Distrital no ha presentado estadísticas, tanto del procedimiento del tratamiento de residuos, ni de las sanciones impuestas a los mataderos clandestinos que operan en la ciudad, teniendo en cuenta que esto representa en alto grado un riesgo para la salud pública.
Por otro lado, en cuanto a la venta informal, es de suma importancia que la Secretaria de Salud, informe que acciones legales y operativos de orden policivo y administrativo han realizado frente al tema de ventas en zonas aledañas o exteriores de los mataderos, en especial al frigorífico Guadalupe y San Martin, pues es evidente que no hay avances sobre este asunto y se está viendo afectado el precio de la carne en Bogotá.
Es necesario hacer un llamado a los Organismos de Control para que hagan un estricto seguimiento del estado de mataderos en Bogotá, pues implican que, de no ser controlado, generen graves consecuencias para la salud y la economía de la ciudad, lo cual no es lejano a lo que ya está sucediendo. No esperemos que ocurra algo realmente peligroso para reaccionar.