Un servicio público vital como la recolección de las 6.300 toneladas de residuos que produce en promedio la ciudad en un día no puede estar en manos de una empresa que esté presa de sindicatos que solo se interesan por sus gabelas y no les importa el servicio que la ley protege pero que ellos no respetan.
Gracias al esfuerzo decidido del alcalde Enrique Peñalosa y de su equipo de trabajo, el plan de contingencia ha permitido recoger las basuras y llevarlas al relleno sanitario de Doña Juana, a pesar del bloqueo de los sindicalistas y del daño a los vehículos que debe ser disciplinaria y penalmente castigado.
Por fortuna estamos a pocos días de que los operadores de aseo contratados para los próximos ocho años asuman el servicio y mientras tanto estamos rodeando al alcalde y apoyando sus decisiones para manejar la emergencia.
El fin de semana fuimos testigos de cómo se iban sumando más de 100 vehículos recolectores para cubrir las 12 localidades que están a cargo de la Empresa Aguas de Bogotá y que gracias al vandalismo de los sindicalistas han tenido retrasos en la recolección.
En comparación con el miércoles cuando se inició el sabotaje violento y por la fuerza, el fin de semana la capacidad de la administración de recoger las basuras subió en un 250 por ciento y por fortuna el trabajo de recolección, barrida y limpieza acumulados superaban el 70 por ciento al terminar el fin de semana.
Los que estamos viviendo en la ciudad es la consecuencia de la decisión dictatorial que tomó en el 2012 el entonces alcalde Gustavo Petro que decretó, sin licitación, sin convocatoria pública y por un capricho personal un modelo de aseo que entregó a una empresa sin experiencia.
Muchos réditos políticos debe estar esperando el hoy candidato a la Presidencia con esta emergencia que es producto de saltarse la ley y actuar en la ilegalidad jugando con un servicio básico como es el aseo de una ciudad de 8’200.000 habitantes.
Pero hoy nuestra prioridad es respaldar al alcalde, por el bienestar de los bogotanos, y nos alegra saber que el finalizar la tarde del domingo, de 9.637 toneladas de basura acumulada en las calles, al menos 7.300 habían sido recogidas y que se trabajaba para llegar a la madrugada del lunes con el 100 por ciento recogidas.
Esperamos que todo el peso de la ley caiga sobre los integrantes de Aguas de Bogotá que dañaron los camiones que son patrimonio público y cuyo costo de reparación se estima que asciende a 2.800 Millones de pesos. Estos hechos además de afectar al Distrito, pusieron en riesgo la salud de las personas y el medio ambiente de Bogotá.
Me uno al llamado de la alcaldía para que los ciudadanos de las localidades afectadas con esta emergencia reciclen al máximo para ayudar en esta emergencia. Me refiero a las localidades Antonio Nariño, Barrios Unidos, Candelaria, Chapinero, Engativá, Fontibón, Mártires, Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal, Santa Fe, Teusaquillo y Usme.
Lucía Bastidas
Concejal de Bogotá